El Historiador de La Habana, Eusebio Leal, afirmó la víspera que los cambios económicos emprendidos en Cuba son irreversibles y se mostró contrario a devolverle los bienes expropiados al exilio, destacó la agencia AFP.
Sobre las expropiaciones realizadas tras la toma del poder por los Castro Leal dijo: “Sería como pedirle a la Revolución Francesa que devolviera la cabeza del rey Luis XVI".
Las declaraciones de Leal, realizadas en el centro de análisis Brookings en Washington, además de referirse al trabajo de restauración en el casco histórico de la capital cubana, abundaron sobre la irreversibilidad de los cambios de La Habana para sostener al régimen.
"Son por su naturaleza irreversibles. A mi juicio no hay tiempo para cambiar ninguna de estas nuevas formas económicas, pero además, hay otra cosa más importante; tienen que ser profundizadas”, aseveró Leal.
El representante del gobierno castrista valoró la actual circunstancia histórica de “gran esperanza” y no descartó que los cubanos del exilio “puedan reinvertir en el país”.
Desde 2006, el gobernante Raúl Castro ha venido ensayando reformas hacia el interior de la sociedad cubana con el fin de solventar su asfixiada economía, destacó la fuente, citando la legalización del trabajo por cuenta propia, la compraventa de casas y autos y el despido oficialmente previsto de centenares de miles de trabajadores estatales.
Leal agregó que las instituciones que supervisa la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana generaró 120 millones en actividad económica durante el 2011 y 24 millones de dólares en inversión.
Leal descartó las preguntas sobre la liberalización de la inversión extranjera alegando que "muchas de las cuestiones tendríamos que plantearlas en una situación de absoluta normalidad en las relaciones entre EE.UU. y Cuba”.
Sobre las expropiaciones realizadas tras la toma del poder por los Castro Leal dijo: “Sería como pedirle a la Revolución Francesa que devolviera la cabeza del rey Luis XVI".
Las declaraciones de Leal, realizadas en el centro de análisis Brookings en Washington, además de referirse al trabajo de restauración en el casco histórico de la capital cubana, abundaron sobre la irreversibilidad de los cambios de La Habana para sostener al régimen.
"Son por su naturaleza irreversibles. A mi juicio no hay tiempo para cambiar ninguna de estas nuevas formas económicas, pero además, hay otra cosa más importante; tienen que ser profundizadas”, aseveró Leal.
El representante del gobierno castrista valoró la actual circunstancia histórica de “gran esperanza” y no descartó que los cubanos del exilio “puedan reinvertir en el país”.
Desde 2006, el gobernante Raúl Castro ha venido ensayando reformas hacia el interior de la sociedad cubana con el fin de solventar su asfixiada economía, destacó la fuente, citando la legalización del trabajo por cuenta propia, la compraventa de casas y autos y el despido oficialmente previsto de centenares de miles de trabajadores estatales.
Leal agregó que las instituciones que supervisa la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana generaró 120 millones en actividad económica durante el 2011 y 24 millones de dólares en inversión.
Leal descartó las preguntas sobre la liberalización de la inversión extranjera alegando que "muchas de las cuestiones tendríamos que plantearlas en una situación de absoluta normalidad en las relaciones entre EE.UU. y Cuba”.