En Cuba, un número creciente de jóvenes abandona sus estudios después del noveno grado, enfrentando desafíos que los alejan del sistema educativo y los empujan al mercado laboral informal.
Según testimonios recogidos por Martí Noticias, muchos de estos adolescentes no encuentran carreras que les resulten atractivas o carecen del promedio académico necesario para continuar su formación.
Yanaisy Curbelo, madre de un joven que terminó el noveno grado recientemente en el municipio 10 de Octubre, en La Habana, compartió su experiencia:
“Sí los abandonan, unos porque quieren y otros aunque no quieran. No bajan carreras, bajan muy poco y son la mayoría de los padres que pagan las carreras. Casi ningún niño coge carrera. Cuando termina el noveno grado se quedan en la calle y no pueden hacer nada porque cuando uno termina la secundaria, lo que tienen son 15 años. Tampoco tienen edad laboral, o sea, para trabajar, tienen que esperar. Si quieren incorporarse a los estudios, tienen que esperar a los 17 o 18 años para tomar la facultad”.
La falta de incentivos lleva a muchos jóvenes a optar por la venta de productos para sostener a sus familias, afirma Curbelo:
“Muchos hacen eso, venden pan o se ponen con una carretilla, que si los cogen le ponen una multa. No ven ningún futuro, ese es el problema”.
Esta problemática ha sido reconocida por las autoridades cubanas. Marta Elena Feitó Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social, dijo a inicios de año que numerosos estudiantes se ven obligados a trabajar para subsistir, incluso abandonando la escuela por esta razón.
Una profesora de la escuela Argelia Libre en el municipio La Lisa, en La Habana, que prefirió no identificarse, corroboró que el problema del abandono de los estudios es marcado al terminar el noveno grado:
“Terminan el noveno grado, entonces todos tienen que coger pre, no, todos no tienen que coger pre porque muchos no les gusta porque ellos saben que no tienen capacidad para el pre y quieren un obrero calificado o un técnico medio. No lo pueden coger porque nada más que llegó una carrera porque las carreras que llegan no son suficientes y entonces los primeros son los que lo cogen, los últimos no cogen nada. Cogen el pre, porque es obligado, pero bueno cuando llegan después lo dejan y se ponen en esa situación a vender o trabajar con particulares y así esas cosas. Por el Estado no, porque para el Estado tiene que tener una mayoría de edad”.
La falta de ilusión y de esperanza en un futuro como profesional también influye en la decisión de abandonar los estudios, asegura Raisa Velázquez, madre cubana del municipio Habana del Este:
“Aquí uno estudia para nada. ¿Al final tienes un título y de qué te sirve? Si trabajando en la calle y vendiendo lo que aparezca ganas más que una persona que se quemó las pestañas estudiando. Así piensan los jóvenes ahora”.
Foro