Cuba aprobó esta semana una nueva política para la importación, comercialización y tranferencia de vehículos que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2025.
Entre las principales modificaciones está la reducción del impuesto especial que antes debían pagar las personas naturales y que oscilaba entre el 350 % y el 500 % del valor del auto.
A partir de 2025, el pago por este concepto podrá llegar hasta el 35 % para los de alta gama y el margen comercial se reduce del 30 % al 20 %. En el caso de los vehículos eléctricos ensamblados en Cuba, será nulo.
Los vehículos que queden disponibles en el mercado cubano, incluyendo los que concluyan su explotación en la renta del turismo, serán vendidos en Moneda Nacional. Hasta el momento se vendían en piezas.
Sobre las nuevas tarifas, el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, reconoció que hasta ahora el Gobierno cobraba a los cubanos cinco veces el precio del proveedor.
"Si tomamos un ejemplo, para todos los que quieren comprender bien cuánto les va a costar un vehículo en divisas en el futuro en Cuba, pues tenemos que, si tomamos uno que tenga un valor proveedor de 10.000 dólares, el precio de venta al comprador será unos 15. 900 dólares, sin embargo, ese mismo vehículo con las reglas actuales de formación de precio costaría más de 50.000 dólares", detalló el funcionario.
El gobierno, que mantuvo durante décadas un férreo control sobre la compraventa de vehículos y el traspaso de propiedades, se propone con la nueva medida "recaudar divisas" y acercarse un poco más a "lo que pasa en el mundo", según declaraciones del ministro de Transporte.
Hasta 2013, para poder comprar un vehículo los cubanos debían contar con un documento de autorización aprobado por el vicepresidente del país. Ese año el gobierno permitió la compraventa de carros nuevos y de segunda mano con un altísimo impuesto.
La medida había sido anunciada a mediados de año en el Parlamento por el primer Ministro, Manuel Marrero Cruz. El Gobierno autorizó además el traspaso de la propiedad entre personas naturales y jurídicas, excepto las estatales o con participación estatal y las diplomáticas. La normativa quedó publicada en la Gaceta Oficial (ordinaria) número 128.
En medio de la crisis de combustible, el ministro del Transporte admitió que la medida “no resuelve por sí misma el problema del transporte en Cuba, ni permitirá de inmediato que cada cubano pueda con su salario comprarse un carro”.
Para el economista Miguel Alejandro Hayes "se trata una vez más de un cuerpo legal que acompaña un negocio del régimen asociado con la importación y la comercialización de vehículos".
"Resulta imposible en términos matemáticos para el salario medio de un cubano poder cubrir el costo de estos automóviles, incluso de las motos eléctricas. Es una medida que también busca extraer remesas y divisias de la diáspora y el exilio cubano", dijo el economista.
El salario mínimo mensual en Cuba es de 2.100 pesos, alrededor de siete dólares al cambio en el mercado informal.
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