Cubanos, que se mueven entre la frustración y la esperanza de que un milagro resuelva la actual pausa al programa estadounidense de reunificación familiar, contaron a EFE cómo sobreviven mientras esperan.
La mayoría está en vilo desde que Estados Unidos anunció el 29 de septiembre el recorte del 60 por ciento de su personal diplomático en La Habana. Fue la respuesta a la crisis generada tras los ataques sónicos que afectaron la salud a una veintena de funcionarios y sus familiares en la isla.
Los entrevistados de EFE son en su mayoría "reclamados" por familiares residentes o ciudadanos de Estados Unidos. Muchos de ellos están viajando a La Habana desde todas las provincias del país para conocer cuándo y cómo conseguirán la esperada visa.
"Ya lo vendimos todo, por eso estamos tan asustados. Vendimos hasta la casa y estamos viviendo con mi mamá a la espera", contó a Efe Leoany, de 26 años.
La mujer y su esposo Ramón, de 46 años, celebró que por suerte no había renunciado a su trabajo en un círculo infantil en Pinar de Río.
Le han dicho en la embajada que debe esperar a que se pongan en contacto con ellos.
Respirando con cierto alivio
El reciente anuncio de que Estados Unidos mantendrá su programa de reunificación familiar trajo un poco de calma. Las solicitudes de los que están en la fase final del proceso se tramitarán en la sede diplomática de La Habana.
Las nuevas peticiones de reunificación familiar y las recién iniciadas se van a transferir a la embajada estadounidense en Bogotá, según informó el viernes el Departamento de Estado.
Según cifras divulgadas por el diario El Nuevo Herald, 106.351 cubanos se encuentran en un limbo burocrático, con trámites a medias mientras esperan una solución a su situación en una embajada escasa de personal, reducida a mínimos.
Hasta ahora Estados Unidos no culpa a Cuba de esos ataques a los diplomáticos, pero no considera la isla un lugar seguro para sus ciudadanos y ordenó la salida de la mayoría de su personal.
Postergar la esperanza
Mientras las soluciones se concretan, Yanelis y su hijo Pablo, de 14 años y con un enfermedad degenerativa en los músculos, lamentan que la cita que tenían el pasado jueves fue cancelada.
"Hasta nuevo aviso", les dijeron.
Pablo, que está reclamado por su padre que vive hace seis años en Texas, lamentó desde su silla de ruedas la "decisión inhumana del presidente Donald Trump" y espera poder mudarse pronto a Estados Unidos, donde espera recibir un tratamiento médico y rehabilitación para sus piernas inmovilizadas por la enfermedad.
"Esperamos que todo se reanude pronto porque no sabemos qué va a ser de nosotros. Nos hemos gastado ya mucho dinero en todo el papeleo", contó Pablo, que no ve a su padre desde hace tres años.
Patricia, una estudiante de medicina de 21 años, esperaba viajar a Miami para reencontrarse con su esposo que vive allá desde hace tres años. Su viaje está postergado indefinidamente pero ya está más tranquila.
"Cuando me enteré de la noticia, lo viví con mucho susto, con temor a que se retirara mi caso y no pudiera irme", contó a las puertas de la embajada, donde se acercó para obtener información.
Danay, de 19 años, terminó en junio sus estudios de bachillerato y no se matriculó en la universidad porque para estas fechas ya esperaba estar instalada en EE.UU. con su padre, que la reclamó hace ya dos años.
"Estoy viviendo esta situación bastante estresada y angustiada porque vi en un momento como todas mis opciones se cerraban. Pero siempre hay una puerta que se abre y esperamos que en estos días se reabra el programa de reunificación familiar", relataba Danay, ya más calmada después de semanas de mucha tensión.
Danay quiere estudiar arte dramático para cumplir su sueño de ser actriz y reencontrarse también con sus dos hermanos y numerosos tíos y primos que viven al otro lado del Estrecho de la Florida.
También Ana y su marido han tenido que postergar su viaje después de haber pagado los 160 dólares por cada solicitud. Viajarían como turistas para visitar a sus dos hijos que dejaron Cuba hace 17 años.
"Teníamos ayer la entrevista pero nos dijeron que están suspendidas y no hay nuevas citas", dijo Ana.
[Reporte de Efe]