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Viajar en crucero ¿la apuesta más segura? Cuba pone el país y EEUU el confort


Un crucero inglés en La Habana. Archivo.
Un crucero inglés en La Habana. Archivo.

La escasez de hoteles para acoger un posible "boom" de exigentes turistas estadounidenses y la precariedad de los servicios que ofrecen los cubanos, harían del turismo de crucero la alternativa más viable para conocer la isla.

Cuba espera a más de un millón de visitantes de Estados Unidos en 2015, que se convertirían en unos 10 millones anuales si se levanta definitivamente el embargo económico. Estas cifras, dadas a conocer por la organización World Affairs Council de Philadelphia, podrían ser un fuerte estímulo para la economía cubana si no fuera porque el país no se encuentra aún preparado para el turismo. Una solución posible: los cruceros, hoteles flotantes con todo a bordo.

Bloomberg analiza en un reciente artículo el futuro de los viajes a Cuba desde Estados Unidos en esta nueva etapa de relaciones diplomáticas, en la que numerosas aerolíneas se disponen a operar y ya han sido autorizadas 12 compañías de ferry para ofrecer sus servicios entre Florida y la isla. El objetivo de todas ellas es volver a la década de 1950, cuando existía un flujo turístico y comercial notable entre ambos países.

Con la realidad actual de Cuba, donde no existen hoteles suficientes para acoger a ese volumen de turistas y los servicios aún no se ajustan a los estándares de calidad de otros destinos, los grandes cruceros son una alternativa para los primeros años de este boom viajero. Esta forma de turismo ofrece muchas ventajas: incluye su propia infraestructura de alojamiento y restauración, servicios de ocio, e implica que los cruceristas no permanezcan demasiado tiempo en el país.

Por ese motivo, tal y como señala Bloomberg, muchos observadores ven en la industria de los cruceros la vía para facilitar el turismo desde Estados Unidos. Las principales compañías que operan desde Florida (Carnival, Royal Caribbean Cruises y Norwegian Cruise) lo saben y ya han mostrado su interés en incluir a Cuba a sus itinerarios.

Estas empresas son conscientes de que en sus cruceros pueden dar a los estadounidenses todo lo que quizás falte en Cuba. Les ofrecen la oportunidad de pisar La Habana, bañarse en una playa de Varadero o tomarse una copa en el Floridita, pero también la seguridad de dormir con todas las comodidades de su habitación o cenar en sus restaurantes de lujo, normalmente en un paquete de "todo incluido". Sería algo así como una forma de turismo en la que Cuba pone el país y Estados Unidos el confort.

Avión vs ferry a Cuba

La llegada de turistas ha crecido un 14% este año con respecto al mismo periodo de 2014 de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba. Sin embargo, muchas de las compañías aéreas estadounidenses van a comenzar a operar sus vuelos con recelos y mucha incertidumbre.

Para Bloomberg, los vuelos a Cuba que van a operar JetBlue, American Airlines o Delta son más el fruto del deseo de abrir un negocio virgen que el resultado de una planificación empresarial. Desde el punto de vista económico no existen datos previos del tráfico de estas rutas, de las tarifas o de la población, que sirvan de referencia para las aerolíneas. Por eso es difícil establecer cuáles serán las frecuencias semanales o cuánto debe costar un billete de ida y vuelta a La Habana.

Según reconoce Scott Laurence, vicepresidente de planificación de JetBlue, "con Cuba todo es incierto porque no disponemos de datos previos que nos aporten seguridad".

El caso de los ferries, en cambio, abre más posibilidades que el avión, ya que no sólo transportará pasajeros sino también mercancías. En un hipotético levantamiento de las restricciones para el comercio, la vía marítima puede volver a ser la que en los 50 servía para exportar los miles de almendrones americanos que aún hoy circulan por Cuba.

Ese es el motivo por el que expertos en este tipo de industria esperan que los barcos se vean favorecidos gracias a las franquicias de equipaje más generosas que ofrecen con respecto al avión y, de momento, a las tarifas más razonables que han anunciado. Por el mismo precio que un billete aéreo se puede llevar más equipaje a Cuba.

Hasta ahora todo esto no deja de ser una especulación. De las 12 compañías que cuentan con permiso de Estados Unidos para operar –Cuba no se ha pronunciado– Havana Ferry Partners publicó recientemente en su página de Facebook que aún no sabe cuándo estrenará su línea desde Fort Lauderdale (Florida). Otras, como America Cruise Ferries, también planean operar tres viajes por semana desde Miami a La Habana este mismo año, aunque no hay fechas reales. Lo único que han establecido son los precios: alrededor de $450 i/v.

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