El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, condenó hoy el asesinato de un teniente coronel de la Policía por parte de la guerrilla de las FARC y aseguró que acciones como esa no lo llevarán a pactar un cese bilateral del fuego pues al contrario, ha dado órdenes de intensificar la ofensiva militar.
"Si con estos actos cobardes, insensatos, las FARC pretenden llevarme a un cese bilateral del conflicto se equivocan, la orden para las Fuerzas Militares, se los he reiterado esta mañana, es arreciar, es mantener la ofensiva militar es combatir en todas las formas este terrorismo", dijo a medios colombianos en Roma.
El jefe de Estado, que está en una gira europea, se refirió al atentado de ayer que costó la vida al teniente coronel de la Policía Alfredo Ruiz Clavijo y al patrullero Juan David Marmolejo, y dijo que ataques como ese minan la confianza de los colombianos en el proceso de paz.
Los dos policías murieron este viernes un día después de que otros tres fallecieran en una situación similar como parte de la ofensiva que mantiene esa guerrilla tras la suspensión de su tregua unilateral, informó la policía.
El ataque se produjo cuando los uniformados se movilizaban en una patrulla del municipio de Córdoba al de Ipiales, ambos en el departamento de Nariño (suroeste), fronterizo con Ecuador.
El ataque se produjo un día después de que otros tres policías fallecieran en el cercano departamento del Cauca, en lo que las autoridades describieron como un asalto con explosivos y ráfagas de fusil de las FARC, con las que el gobierno negocia la paz en La Habana sin un cese bilateral del fuego.
Los diálogos de paz avanzan desde noviembre de 2012 pese a que la principal guerrilla de Colombia suspendió un cese unilateral del fuego que había iniciado en diciembre, tras un bombardeo oficial que dejó una veintena de insurgentes muertos.
Además de los ataques a uniformados, las FARC han perpetrado atentados
con explosivos en carreteras, incinerado buses intermunicipales, derribado torres de energía y vertido masivamente petróleo en zonas rurales del suroeste del país, de acuerdo con un balance de la estatal Defensoría del Pueblo tras el fin del alto el fuego.
Desde entonces, según esa entidad encargada de velar por los derechos humanos en Colombia, el grupo rebelde ha perpetrado 27 acciones "con afectación directa a la población civil".
Los ataques a la infraestructura eléctrica dejaron sin luz por varios días al puerto de Buenaventura, en el Pacífico colombiano, al municipio de Tumaco, cercano a esa zona, así como al departamento del Caquetá (suroeste), donde el servicio fue restablecido este viernes.
Además, otras tres torres de energía fueron derribadas en el departamento de Cundinamarca, al que pertenece Bogotá, informó este viernes la empresa de energía de la capital, que descartó la afectación de las redes de la ciudad más importante de Colombia.
Según un sondeo de la encuestadora Datexco, divulgado este viernes, 47,5% de los consultados piensa que el gobierno debe suspender las negociaciones con esa guerrilla, frente a un 17,8% que prefiere seguir con los diálogos, y otras propuestas minoritarias.