Narcotraficantes brasileños son los encargados de transportar cocaína del grupo guerrillero Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hasta México, según publicó hoy la prensa local citando como fuente un informe de la
Policía Federal.
De acuerdo con el diario Folha de Sao Paulo, el esquema de trabajo de los narcotraficantes consta en un informe entregado a la Justicia por el comisario Rodrigo Levin, de la Comisaría de Represión a Estupefacientes de la Superintendencia de la Policía Federal en Sao Paulo.
Según el informe, los narcotraficantes brasileños están dejando sus actividades concentradas en Brasil para dedicarse al transporte de la droga en aeronaves que salen del país con destino Venezuela y allí, cerca de la frontera con Colombia, ser cargadas con la cocaína de las FARC.
La droga, subrayó el diario, sigue hasta Honduras y de allí continúa en barco hasta México, donde es pulverizada por el cartel de Los Zetas, quienes se encargan de enviarla a Estados Unidos.
Para el trasiego se soborna presuntamente a miembros de las Fuerzas Armadas de Venezuela y Honduras, con montos que llegaban hasta los 360.000 dólares para que las aeronaves brasileñas no fueran abatidas, citó Folha.
Los aviones, con precios de hasta un millón de dólares, son quemados en Honduras por los pilotos brasileños, quienes retornan a su país en vuelos comerciales, comentó también en un artículo otro diario del país, O Estado de Sao Paulo.
Desde 2014 están presos dos presuntos cabecillas del grupo transportador, entre ellos Paulo Jones Flores, el principal investigado y vinculado al caso en el que un helicóptero del senador opositor Zeze Perella fue interceptado transportando cocaína.
El político del suroriental estado de Minas Gerais fue absuelto de culpa en el caso y el piloto de la aeronave responde ante la Justicia por narcotráfico.