La oficina de la ONU para derechos humanos en Venezuela reanudó parcialmente sus operaciones en las últimas semanas, dijo el viernes el jefe de la agencia, meses después de que el gobierno del presidente Nicolás Maduro expulsara a su personal acusándolo de ayudar a golpistas y grupos terroristas.
El anuncio de Volker Türk, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, se produjo en un discurso ante representantes del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, donde denunció el deterioro de las condiciones en el país sudamericano tras las elecciones presidenciales de julio.
Maduro y la oposición política ambos reclaman haber ganado esas elecciones.
"Me sigue preocupando profundamente el uso desproporcionado de la fuerza y la violencia durante las protestas postelectorales en julio y agosto, incluyendo por parte de individuos armados que apoyan al gobierno", dijo Türk.
"Las autoridades han confirmado la detención de unas 2.000 personas desde la elección", agregó. "Me preocupa mucho que muchas de estas personas hayan sido detenidas arbitrariamente, incluyendo adolescentes y jóvenes adultos, miembros de la oposición, defensores de derechos humanos, periodistas y abogados, así como transeúntes".
También pidió una "investigación pronta y efectiva" sobre la muerte de más de 20 personas en medio de los disturbios que siguieron a la elección del 28 de julio.
La oficina de la ONU en Caracas fue cerrada en febrero, en medio de preocupaciones de que el gobierno estaba reprimiendo a oponentes reales o percibidos en un año electoral. La decisión siguió a una ola de críticas dentro y fuera de Venezuela sobre la detención de una prominente abogada de derechos humanos y miembros de su familia.
En 2019, el gobierno de Maduro había acordado cooperar con el alto comisionado para establecer la oficina técnica de asesoramiento local.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, al anunciar la decisión de febrero, afirmó que en lugar de mejorar los derechos humanos, la oficina de 13 miembros se había convertido en base de apoyo para golpistas y terroristas. Las autoridades no proporcionaron ninguna prueba ni señalaron un ejemplo específico de tal actividad.
Türk dijo al consejo el viernes que esperaba que la oficina en Caracas pudiera estar plenamente operativa pronto. Pero el embajador Alexander Yánez, representante de Maduro en Ginebra, sugirió que las críticas de Türk sobre las condiciones de derechos humanos en Venezuela no auguran nada bueno para la oficina local.
Las declaraciones de Türk "en nada contribuyen con este proceso. Venir nuevamente aquí a presentar información de prensa, redes sociales y narrativas interesadas de sectores de la oposición fascista de Venezuela, apoyada y financiada por Estados Unidos y la Unión Europea, comprometen la objetividad y la imparcialidad, la independencia, de los trabajos de su oficina", dijo Yánez.
La oficina de la ONU en Caracas fue cerrada en febrero, en medio de preocupaciones de que el gobierno estaba reprimiendo a oponentes reales o percibidos en un año electoral.
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