Estados Unidos calificó de falsas las acusaciones emitidas por altos funcionarios del gobierno de Cuba en cuanto a que Washington estuvo involucrado en las protestas del 11 de julio de 2021.
“Son absolutamente falsas esas acusaciones. Lo que sucedió el 11 de julio sucedió porque el pueblo cubano está enormemente inconforme con la falta de derechos básicos, los abusos sistemáticos del gobierno, la falta de medicamentos, de comida, de libertades, están viviendo bajo un régimen que no atiende las necesidades básicas del pueblo”, dijo Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, en una rueda de prensa telefónica desde Washington por el primer aniversario de las protestas del 11 J.
El subsecretario respondía así a las declaraciones del ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, que en su cuenta en Twitter se refirió al "involucramiento directo" de Estados Unidos en las protestas. El gobernante Miguel Díaz-Canel había dicho antes que en esa fecha se festeja el "desmontaje de un golpe de Estado vandálico".
“Estados Unidos no tuvo nada que ver, y ellos lo saben perfectamente”, remarcó Nichols.
La víspera, cuando se cumplió el año de las manifestaciones, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en un comunicado dijo que Estados Unidos admira “la determinación” del pueblo cubano “frente a la opresión” y apoya “su lucha”.
“Estamos con ustedes puesto que el régimen cubano, en lugar de dar la bienvenida a las voces del pueblo, ha condenado a cientos de manifestantes a sentencias de décadas de cárcel”, afirmó y pidió la libertad de todos los presos políticos.
Las protestas del 11 y 12 de julio pasados al grito de “Tenemos hambre” y “Libertad” dejaron un muerto, decenas de heridos y más de 1.300 detenidos, según la organización no gubernamental afincada en Estados Unidos, Cubalex.
“El régimen tiene miedo de sus propios ciudadanos”
Preguntado por los casos de Omara Ruiz y Anamely Ramos, dos cubanas, miembros de la sociedad civil independiente que desde hace meses se encuentran en EE.UU. y que el gobierno de Díaz-Canel no permite regresar a su país, Nichols dijo que el régimen tiene miedo de sus propios ciudadanos y por eso no quiere que hablen, que salgan del país ni que entren al país.
“Es inaceptable. Hemos criticado sistemáticamente esas prácticas que violan los derechos fundamentales de las personas, hemos criticado que el gobierno cubano no haya permitido a miembros de la sociedad civil viajar a la Cumbre de las Américas y vamos a seguir instando al gobierno de Cuba a que respete los derechos migratorios de sus ciudadanos”, indicó.
Por otro lado, comentó que Estados Unidos mediante programas para promover la democracia a nivel regional y la prensa trata siempre de recordarle al régimen que debe respetar los derechos fundamentales y libertades que existen en la Constitución de Cuba.
Programa de refugiados políticos sigue congelado
En cuanto a los servicios consulares en la embajada de EE. UU. en La Habana, dijo que en estos momentos la prioridad del Departamento de Estado es cumplir con el otorgamiento de las 20.000 visas de inmigrante y reanudar el programa de reunificación familiar.
Entre los más de 140 mil cubanos que han ingresado por la frontera con México, destacan decenas de activistas, incluso manifestantes del 11 J que recurren a vías irregulares para escapar al asedio, el acorralamiento social y la represión.
En este sentido, Nichols aclaró que por el momento la legación diplomática en Cuba no tiene la capacidad para incrementar los servicios en otras áreas, aunque se ha incrementado la cantidad de diplomáticos.
“Estamos comprometidos con el cumplimiento de todas nuestras obligaciones para promover la emigración ordenada, abrir mas vías legales para las personas que deseen emigrar, pero es un proceso que requiere algo de tiempo, pero tengan la certeza que es prioridad para los EE. UU.”, concluyó.