Las congresistas de la Florida, Ileana Ros-Lehtinen, republicana, y su colega demócrata, Debbie Wasserman Schultz, están encabezando una petición bipartidista que pide a la Administración Trump, que revise la licencia comercial otorgada el pasado año a la marca de ron cubano Havana Club, de la empresa estatal Cubaexport.
El pedido de las congresistas, respaldado por casi dos docenas de legisladores, está contenido en una carta dirigida al Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin y al Secretario de Estado, Rex Tillerson.
“La decisión adoptada el pasado año por OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros) de otorgarle licencia para el registro y los derechos sobre Havana Club a Cubaexport, -una propiedad del régimen de Castro- , fue una decisión sin precedentes con implicaciones alarmantes para los derechos de la propiedad intelectual de los estadounidenses”, afirmó Ros-Lehtinen.
La congresista cubanoamericana agregó que esta "fue una decisión hecha por conveniencia política, que ignoró la ley estadounidense vigente y que potencialmente abrió una caja de Pandora que puede significar que los titulares estadounidenses de derechos de propiedad intelectual sean sujetos a confiscaciones ilegales e injustas en el extranjero".
“Pedimos a la nueva Administración revisar esta licencia, que revoque esa decisión y protega como corresponde a los titulares de propiedad intelectual, antes de que se produzcan mayores daños", afirmó Ros-Lehtinen.
Por su parte, la congresista Wasserman Schultz señaló que “como miembros del Congreso, tenemos la responsabilidad promover los valores consagrados en nuestra Constitución, incluyendo la protección contra confiscación de propiedad del gobierno sin justa recompensación”.
“Teniendo en cuenta estos valores, instamos encarecidamente a OFAC a revocar la licencia que le otorgó a la entidad del gobierno cubano, Cubaexport”, subrayó.
"Le pido a OFAC que revierta esta decisión equivocada, y mande un mensaje firme y claro a la comunidad internacional de que Estados Unidos es y siempre será un líder global en derechos de propiedad intelectual", concluyó Wasserman Schultz.
En septiembre de 2016, Estados Unidos y Cuba sostuvieron en La Habana la primera reunión oficial sobre el tema de la propiedad intelectual, uno de los aspectos contemplados en la negociación bilateral para la normalización de relaciones entre los dos países.
Durante el encuentro, las partes intercambiaron opiniones sobre las regulaciones vigentes en los respectivos países en esta área, y el marco jurídico de los dos Estados para la protección de marcas, patentes y el derecho de autor.
En la reunión, el Gobierno de La Habana aprovechó para reiterar "su preocupación por el reconocimiento en Estados Unidos de los derechos de empresas y entidades cubanas", incluidas las marcas comerciales Havana Club y Cohiba.
La batalla legal por Havana Club
En enero de 2016, la oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés) garantizó el registro y los derechos sobre Havana Club en territorio estadounidense, propinando un serio revés a la demanda interpuesta por la empresa Bacardí, que produce el ron en Puerto Rico y lo comercializa en Estados Unidos.
La batalla legal por el derecho a usar el nombre de Havana Club se remonta al momento en que la firma Bacardí, que producía en Cuba el ron Bacardi y Havana Club, fue despojada de su fábrica en 1960, por la dictadura castrista.
Bacardí asegura que compró los derechos de la bebida a la familia Arechabala, que producía el ron Havana Club, hasta que su destilería fue confiscada por los hermanos Castro.
La batalla legal por la marca se ha prolongado por varias décadas. En 1976, Cuba logró obtener el registro de la marca, pero en el 2006 lo perdió al no poder presentar una licencia del Departamento del Tesoro.
Sin embargo, luego de que Washington y La Habana reanudaron relaciones diplomáticas, Cuba pudo hacer la petición ante la oficina de Patentes.
Para Bacardí, la decisión de USPTO se hizo “en violación del lenguaje y el espíritu de la ley”.
La empresa ha indicado que agotará todas las vías legales para “defender su posición sobre la legitimidad de sus derechos sobre el ron Havana Club”.