La noticia divulgada por El Nuevo Herald sobre los tres becarios cubanos del programa Somos Un Solo Pueblo (SUSP) que incumplieron el acuerdo de volver a la isla establecido por la organización que auspició el plan de estudios, la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), especificaba que los implicados deberían devolver los fondos invertidos en su educación, estimados entre 12.000 y 16.000 dólares.
Un comunicado de la FHRC, publicado a raíz de la información, confirmaba que al concluir el programa sólo 14 de los 17 estudiantes regresaron a la isla:
De los diecisiete estudiantes que formaban el grupo inicial, catorce ya han regresado a Cuba a continuar sus estudios y actividades cívicas. FHRC está haciendo gestiones para que aquellos que obtuvieron resultados académicos excepcionales puedan obtener becas de cuatro años en universidades de Puerto Rico y España, las cuales no requieren exámenes de dominio del idioma Inglés.
Al inicio del programa, todos los participantes se comprometieron a regresar a Cuba al finalizar el curso. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en que si incumplían su promesa, tendrían que devolver todos los fondos invertidos en sus estudios. Tres de los estudiantes que participaron en el programa SUSP han optado por –incumpliendo su compromiso con FHRC— permanecer en los Estados Unidos y no regresar a Cuba.
El canal Univisión 23 y martinoticias.com lograron contactar a San Miguel Molina, uno de los tres jóvenes que abandonaron el programa, quien explicó los motivos que había tenido para ausentarse y no volver a la isla.
El joven confirmó que de hecho les comunicaron del compromiso, pero únicamente de manera verbal.
“No existe ningún contrato firmado ni nada legal que diga que tenemos que entregar ese dinero”, sin embargo añadió que está dispuesto a pagar el monto total “con el tiempo debido y según mis ingresos”.
Posteriormente la Fundación compartió a martínoticias.com un documento titulado Manual de Orientación Estudiantil que sentaba las pautas para la estadía de los cubanos en Miami y que, de acuerdo con fuentes de la FHRC, fue distribuido y discutido antes, durante y después de iniciado el programa SUSP con todos los becados.
El texto establece claramente en el acápite de Reglas y Normas el compromiso de regresar a la isla como primer requisito:
1 . En primer lugar, usted debe regresar a CUBA AL FINAL DEL PROGRAMA. Este proyecto fue diseñado específicamente para la reintegración en Cuba al final de los 6 meses. Si usted decide quedarse, usted no sólo tendrá que reintegrar a la FHRC los fondos invertidos en su educación, sino que el proyecto podrá ser abolido por violación del compromiso adquirido por la Fundación con los donantes y el Departamento de Estado de los E.E.U.U. que ha concedido las visas bajo la condición del retorno. Si no cree que sea posible cumplir con estos requisitos éste es el momento de dejarlo saber y FHRC le pagará de inmediato el pasaje de regreso a Cuba sin resentimiento alguno.
El manual define los deberes de los becarios, además de proveerles información práctica sobre situaciones de emergencia, asistencia de salud, transportación, estipendios y una serie de reglas de conducta que los jóvenes debían mantener durante el programa.
Otro aspecto, referente a la obligatoriedad de la asistencia a clases, tiene relación directa con el caso de San Miguel Molina quien argumentó a martinoticias que le negaron regresar a un repaso para un examen después de haber salido a tomar un café.
La asistencia a todos los eventos programados y clases es OBLIGATORIA . Si una clase / sesión se pierde sin una ausencia justificada por los profesores y el personal de la FHRC, se discutirá la suspensión del estudiante, establece el manual.