Otro día agitado para estos 6 jóvenes beneficiarios de la beca “Somos un solo pueblo” de visita en Washington DC. En esta ocasión han podido presentarles a dos senadores cubanoamericanos su visión de la Cuba actual.
El senador demócrata por New Jersey, Robert Menéndez, quien conversó con ellos por más de una hora, confesó que “Me ha alzado mi espíritu, como alguien que ha luchado por la libertad del pueblo cubano, escuchar a esta juventud hablar de sus pensamientos sus acciones sus ideas, sus sueños.”
Para cada uno de ellos este viaje a Washington, auspiciado por la Fundación de los Derechos Humanos en Cuba, ha traído una enseñanza diferente: fortaleza espiritual, maduración política y redescubrimiento de Cuba en su relación con Estados Unidos.
“Aquí en Washington, que es la capital donde se hace toda la política del país, también encontramos personas que apoyan el gobierno (cubano) y lo hacen abiertamente. Nunca he tenido que explicar con tanta vehemencia por qué hago lo que hago como lo he tenido que hacer aquí en Washington,” comenta la abogada Laritza Diversent, una de las beneficiadas con el programa.
El bloguero Henry Constantín, por su parte, lo que más ha apreciado de esta oportunidad es el intercambio: “Encontrarme con políticos norteamericanos me permite ver en carne propia cómo perciben la realidad de mi país, personas que están pendientes de la situación de derechos humanos en Cuba más de lo que deberíamos estar nosotros mismos, los cubanos de la isla.”
El encuentro con el senador republicano por Florida, Marco Rubio cerró las actividades del día; incluso insistió en mostrarles él mismo varios sitios del Capitolio y aprovechó para celebrar la iniciativa de la Fundación.
“Es sumamente positivo. Estos son, si Dios quiere los futuros líderes de Cuba, que están conociendo cómo funciona la democracia, donde uno tiene el derecho a criticar y a ser criticado. Y yo espero que puedan regresar a Cuba y ser parte de un cambio concreto en el sistema político cubano,” apuntó Rubio.
Tres días de excitación, novedad y diálogo, así resumen ellos la visita. Conocer la capital de los Estados Unidos ha sido para estos jóvenes el momento más gratificante de estos 6 meses de transformación en sus vidas, ya próximos a su regreso a casa.
El senador demócrata por New Jersey, Robert Menéndez, quien conversó con ellos por más de una hora, confesó que “Me ha alzado mi espíritu, como alguien que ha luchado por la libertad del pueblo cubano, escuchar a esta juventud hablar de sus pensamientos sus acciones sus ideas, sus sueños.”
Para cada uno de ellos este viaje a Washington, auspiciado por la Fundación de los Derechos Humanos en Cuba, ha traído una enseñanza diferente: fortaleza espiritual, maduración política y redescubrimiento de Cuba en su relación con Estados Unidos.
“Aquí en Washington, que es la capital donde se hace toda la política del país, también encontramos personas que apoyan el gobierno (cubano) y lo hacen abiertamente. Nunca he tenido que explicar con tanta vehemencia por qué hago lo que hago como lo he tenido que hacer aquí en Washington,” comenta la abogada Laritza Diversent, una de las beneficiadas con el programa.
El bloguero Henry Constantín, por su parte, lo que más ha apreciado de esta oportunidad es el intercambio: “Encontrarme con políticos norteamericanos me permite ver en carne propia cómo perciben la realidad de mi país, personas que están pendientes de la situación de derechos humanos en Cuba más de lo que deberíamos estar nosotros mismos, los cubanos de la isla.”
El encuentro con el senador republicano por Florida, Marco Rubio cerró las actividades del día; incluso insistió en mostrarles él mismo varios sitios del Capitolio y aprovechó para celebrar la iniciativa de la Fundación.
“Es sumamente positivo. Estos son, si Dios quiere los futuros líderes de Cuba, que están conociendo cómo funciona la democracia, donde uno tiene el derecho a criticar y a ser criticado. Y yo espero que puedan regresar a Cuba y ser parte de un cambio concreto en el sistema político cubano,” apuntó Rubio.
Tres días de excitación, novedad y diálogo, así resumen ellos la visita. Conocer la capital de los Estados Unidos ha sido para estos jóvenes el momento más gratificante de estos 6 meses de transformación en sus vidas, ya próximos a su regreso a casa.