La táctica de protestas en la calle ha sido calificada como golpista por el gobierno, pero incluso genera reticencias en el seno de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), entre ellos el líder y excandidato presidencial Henrique Capriles.
Con un mensaje directo a la cuenta de Twitter del presidente venezolano, Leopoldo López, dirigente del partido opositor Voluntad Popular (VP), sugirió que Nicolás Maduro estaría esperando órdenes del gobierno cubano para arrestarlo.
"No tienes las agallas para meterme preso? O esperas ordenes de La Habana? Te lo digo: La verdad esta de nuestro lado". retó al presidente de la República, Nicolás Maduro, a través de cuenta @leopoldolopez.
El jueves unos 2.000 estudiantes críticos del gobierno venezolano marcharon en otra jornada de las protestas que se han levantado en distintas ciudades hace 10 días y que el miércoles dejaron un saldo de tres muertos y decenas de heridos.
"¿Quiénes somos? Estudiantes. ¿Qué queremos? Libertad", fue el grito de batalla de los jóvenes que manifestaron sin incidentes durante horas mientras llevaban pancartas con consignas como "No más violencia, no más represión" o "Este gobierno va a caer".
Más temprano, en el sector central de la capital un puñado de militantes oficialistas respondió a la llamada a participar de una "marcha antifascista" convocada por la ministro de Información, Delcy Rodríguez.
El miércoles, miles de estudiantes marcharon contra la inseguridad, la inflación, la escasez de productos y la detención de compañeros, en la mayor protesta contra el presidente Nicolás Maduro desde que sucedió en el cargo a Hugo Chávez, fallecido hace once meses.
Maduro, en un encendido mensaje por radio y televisión, denunció que en Venezuela había "un golpe de Estado en desarrollo".
La misma noche del miércoles la justicia emitió órdenes de arresto contra al menos tres opositores, entre ellos el líder del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, bajo cargos de asesinato, terrorismo y asociación para delinquir, entre otros.
López está "en su casa, con sus abogados. Está en Venezuela, se queda en Venezuela y va a dar la cara porque no tiene nada que temer, porque va a seguir protestando en la calle", anunció Carlos Vecchio, dirigente del mismo partido.
Vecchio explicó que los fiscales y jueces han "confirmado extraoficialmente" la orden de captura y que los abogados acudieron a tribunales para conocer la medida judicial, pero no obtuvieron respuesta.
Un pelotón de la Dirección de Inteligencia Militar, con armas largas, ingresó por la tarde a la sede de Voluntad Popular e interrogó unos minutos a los militantes por el paradero de Vecchio --que no estaba-- y luego se retiró.
López es uno de los tres dirigentes que impulsan ocupar las calles bajo la consigna "La salida" para oponerse al gobierno, que ganó las presidenciales de abril y refrendó con mayor margen en las municipales de diciembre.
Los otros dos son el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, y la diputada María Corina Machado, que goza de inmunidad parlamentaria.
"Tenemos que hacernos fuertes en la calle", la meta "es que tengamos una fuerza popular en la calle que pueda ser una contraparte al peso y al abuso de poder por parte del gobierno", había dicho López el martes en entrevista con la AFP.
Machado aseveró que se aspira a una salida institucional. "Planteamos un debate ciudadano para evaluar los mecanismos (de relevo gubernamental) que establece nuestra constitucional y los mecanismos para activarlos", dijo.
La táctica de protestas en la calle ha sido calificada como golpista por el gobierno, pero incluso genera reticencias en el seno de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), entre ellos el líder y excandidato presidencial Henrique Capriles.
El gobierno de Estados Unidos expresó preocupación por la violencia del miércoles y llamó a la calma a las partes.
"Estamos muy preocupados con reportes de que el gobierno recientemente ha detenido a manifestantes opositores, y sobre un pedido de arresto contra el líder y fundador de Voluntad Popular, Leopoldo López", señaló este jueves una fuente del Departamento de Estado.
Mientras el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y la ONG Human Rights Watch pidieron una investigación imparcial de los sangrientos disturbios, países aliados de Caracas, como Cuba, Argentina, Bolivia y Nicaragua, se solidarizaron durante la jornada con Maduro y rechazaron la violencia.
Durante las protestas del miércoles estallaron incidentes entre estudiantes, fuerzas antimotines y grupos que se identificaban como oficialistas.
Además de balaceras aisladas y enfrentamientos a pedradas, grupos de manifestantes quemaron neumáticos, atacaron la sede del Ministerio Público en Caracas e incendiaron varios carros de los cuerpos policiales, tras lo cual fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad con bombas lacrimógenas.
La mayoría de la población venezolana no pudo ver los incidentes ya que una ley sancionada años atrás bajo el chavismo prohíbe a las televisoras la difusión de imágenes de violencia.
El canal colombiano de noticias NTN24, que emite desde Bogotá y otorgó gran cobertura a los incidentes, fue sacado de las parrillas de las dos redes de televisión por cable que lo distribuían en Venezuela.
"Fuera del aire, NTN24. Fue una decisión de Estado, para que lo sepan (...) yo voy a defender el derecho a la tranquilidad de Venezuela y nadie va a venir desde el exterior a tratar de perturbar el clima psicológico de Venezuela", comentó Maduro.
NTN24 denunció el miércoles en Bogotá que su señal dejó de ser emitida en territorio venezolano mientras informaba sobre las marchas en Caracas y en varias ciudades de Venezuela convocadas por
la oposición para protestar contra el Gobierno del presidente Maduro.
"Pretendía ayer, en las cableras venezolanas, transmitir la zozobra de un golpe de Estado como el 11 de abril", dijo Maduro en referencia al intento de derrocar, en 2002, al entonces presidente venezolano Hugo Chávez (1999-2013).
"No tienes las agallas para meterme preso? O esperas ordenes de La Habana? Te lo digo: La verdad esta de nuestro lado". retó al presidente de la República, Nicolás Maduro, a través de cuenta @leopoldolopez.
El jueves unos 2.000 estudiantes críticos del gobierno venezolano marcharon en otra jornada de las protestas que se han levantado en distintas ciudades hace 10 días y que el miércoles dejaron un saldo de tres muertos y decenas de heridos.
"¿Quiénes somos? Estudiantes. ¿Qué queremos? Libertad", fue el grito de batalla de los jóvenes que manifestaron sin incidentes durante horas mientras llevaban pancartas con consignas como "No más violencia, no más represión" o "Este gobierno va a caer".
Más temprano, en el sector central de la capital un puñado de militantes oficialistas respondió a la llamada a participar de una "marcha antifascista" convocada por la ministro de Información, Delcy Rodríguez.
El miércoles, miles de estudiantes marcharon contra la inseguridad, la inflación, la escasez de productos y la detención de compañeros, en la mayor protesta contra el presidente Nicolás Maduro desde que sucedió en el cargo a Hugo Chávez, fallecido hace once meses.
Maduro, en un encendido mensaje por radio y televisión, denunció que en Venezuela había "un golpe de Estado en desarrollo".
La misma noche del miércoles la justicia emitió órdenes de arresto contra al menos tres opositores, entre ellos el líder del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, bajo cargos de asesinato, terrorismo y asociación para delinquir, entre otros.
López está "en su casa, con sus abogados. Está en Venezuela, se queda en Venezuela y va a dar la cara porque no tiene nada que temer, porque va a seguir protestando en la calle", anunció Carlos Vecchio, dirigente del mismo partido.
Vecchio explicó que los fiscales y jueces han "confirmado extraoficialmente" la orden de captura y que los abogados acudieron a tribunales para conocer la medida judicial, pero no obtuvieron respuesta.
Un pelotón de la Dirección de Inteligencia Militar, con armas largas, ingresó por la tarde a la sede de Voluntad Popular e interrogó unos minutos a los militantes por el paradero de Vecchio --que no estaba-- y luego se retiró.
López es uno de los tres dirigentes que impulsan ocupar las calles bajo la consigna "La salida" para oponerse al gobierno, que ganó las presidenciales de abril y refrendó con mayor margen en las municipales de diciembre.
Los otros dos son el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, y la diputada María Corina Machado, que goza de inmunidad parlamentaria.
"Tenemos que hacernos fuertes en la calle", la meta "es que tengamos una fuerza popular en la calle que pueda ser una contraparte al peso y al abuso de poder por parte del gobierno", había dicho López el martes en entrevista con la AFP.
Machado aseveró que se aspira a una salida institucional. "Planteamos un debate ciudadano para evaluar los mecanismos (de relevo gubernamental) que establece nuestra constitucional y los mecanismos para activarlos", dijo.
La táctica de protestas en la calle ha sido calificada como golpista por el gobierno, pero incluso genera reticencias en el seno de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), entre ellos el líder y excandidato presidencial Henrique Capriles.
El gobierno de Estados Unidos expresó preocupación por la violencia del miércoles y llamó a la calma a las partes.
"Estamos muy preocupados con reportes de que el gobierno recientemente ha detenido a manifestantes opositores, y sobre un pedido de arresto contra el líder y fundador de Voluntad Popular, Leopoldo López", señaló este jueves una fuente del Departamento de Estado.
Mientras el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y la ONG Human Rights Watch pidieron una investigación imparcial de los sangrientos disturbios, países aliados de Caracas, como Cuba, Argentina, Bolivia y Nicaragua, se solidarizaron durante la jornada con Maduro y rechazaron la violencia.
Durante las protestas del miércoles estallaron incidentes entre estudiantes, fuerzas antimotines y grupos que se identificaban como oficialistas.
Además de balaceras aisladas y enfrentamientos a pedradas, grupos de manifestantes quemaron neumáticos, atacaron la sede del Ministerio Público en Caracas e incendiaron varios carros de los cuerpos policiales, tras lo cual fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad con bombas lacrimógenas.
La mayoría de la población venezolana no pudo ver los incidentes ya que una ley sancionada años atrás bajo el chavismo prohíbe a las televisoras la difusión de imágenes de violencia.
El canal colombiano de noticias NTN24, que emite desde Bogotá y otorgó gran cobertura a los incidentes, fue sacado de las parrillas de las dos redes de televisión por cable que lo distribuían en Venezuela.
"Fuera del aire, NTN24. Fue una decisión de Estado, para que lo sepan (...) yo voy a defender el derecho a la tranquilidad de Venezuela y nadie va a venir desde el exterior a tratar de perturbar el clima psicológico de Venezuela", comentó Maduro.
NTN24 denunció el miércoles en Bogotá que su señal dejó de ser emitida en territorio venezolano mientras informaba sobre las marchas en Caracas y en varias ciudades de Venezuela convocadas por
la oposición para protestar contra el Gobierno del presidente Maduro.
"Pretendía ayer, en las cableras venezolanas, transmitir la zozobra de un golpe de Estado como el 11 de abril", dijo Maduro en referencia al intento de derrocar, en 2002, al entonces presidente venezolano Hugo Chávez (1999-2013).