El gobierno de Estados Unidos acompaña con "preocupación" la situación en Venezuela luego de los disturbios registrados el miércoles, y pide a todas las partes envueltas que eviten la violencia, informó el jueves un vocero del Departamento de Estado.
"Estamos inquietos con la violencia asociada con las protestas del 12 de febrero. Estamos muy preocupados con reportes de que el gobierno recientemente ha detenido a manifestantes opositores, y sobre un pedido de arresto contra el líder y fundador de Voluntad Popular, Leopoldo López", señaló la fuente.
"Pedimos a todas las partes que eviten la violencia", expresó, para añadir que "estamos preocupados y acompañando la situación muy de cerca".
De acuerdo con la fuente, "el gobierno de Venezuela tiene la obligación de proteger derechos básicos y la seguridad de sus ciudadanos, así como garantizar que las instituciones gubernamentales respondan de modo eficiente a las legítimas necesidades económicas y sociales de los ciudadanos".
La fuente diplomática añadió que el gobierno estadounidense tenía "la esperanza de que todas las partes permanecerán en paz y resolverán sus diferencias mediante el diálogo".
"Llamamos al gobierno de Venezuela a respetar los derechos humanos de los venezolanos, en particular la libertad de asociación y de expresión", acotó.
Los episodios de violencia registrados el miércoles, "sumados al reciente poder otorgado al presidente (Nicolás) Maduro de emitir decretos, profundizan la preocupación expresada el 18 de noviembre por el Secretario (de Estado, John) Kerry sobre el debilitamiento de las instituciones" venezolanas.
El miércoles, miles de personas protagonizaron la mayor protesta contra el presidente Maduro, desde que éste asumió la presidencia el 19 de abril de 2013.
Las manifestaciones, organizadas por estudiantes opositores, fueron marcadas por disturbios que dejaron un saldo de por lo menos tres personas muertas y 66 heridos. De acuerdo con medios de prensa, los incidentes llevaron a un juez local a emitir una orden de captura contra el líder opositor Leopoldo López.
El gobierno ha señalado que los hechos de violencia fueron resultado de "grupos de ultra derecha infiltrados" en las manifestaciones con el fin de provocar un golpe de Estado en Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras en el mundo.
"Estamos inquietos con la violencia asociada con las protestas del 12 de febrero. Estamos muy preocupados con reportes de que el gobierno recientemente ha detenido a manifestantes opositores, y sobre un pedido de arresto contra el líder y fundador de Voluntad Popular, Leopoldo López", señaló la fuente.
"Pedimos a todas las partes que eviten la violencia", expresó, para añadir que "estamos preocupados y acompañando la situación muy de cerca".
De acuerdo con la fuente, "el gobierno de Venezuela tiene la obligación de proteger derechos básicos y la seguridad de sus ciudadanos, así como garantizar que las instituciones gubernamentales respondan de modo eficiente a las legítimas necesidades económicas y sociales de los ciudadanos".
La fuente diplomática añadió que el gobierno estadounidense tenía "la esperanza de que todas las partes permanecerán en paz y resolverán sus diferencias mediante el diálogo".
"Llamamos al gobierno de Venezuela a respetar los derechos humanos de los venezolanos, en particular la libertad de asociación y de expresión", acotó.
Los episodios de violencia registrados el miércoles, "sumados al reciente poder otorgado al presidente (Nicolás) Maduro de emitir decretos, profundizan la preocupación expresada el 18 de noviembre por el Secretario (de Estado, John) Kerry sobre el debilitamiento de las instituciones" venezolanas.
El miércoles, miles de personas protagonizaron la mayor protesta contra el presidente Maduro, desde que éste asumió la presidencia el 19 de abril de 2013.
Las manifestaciones, organizadas por estudiantes opositores, fueron marcadas por disturbios que dejaron un saldo de por lo menos tres personas muertas y 66 heridos. De acuerdo con medios de prensa, los incidentes llevaron a un juez local a emitir una orden de captura contra el líder opositor Leopoldo López.
El gobierno ha señalado que los hechos de violencia fueron resultado de "grupos de ultra derecha infiltrados" en las manifestaciones con el fin de provocar un golpe de Estado en Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras en el mundo.
