Las autoridades de Venezuela allanaron el jueves el local del partido opositor Voluntad Popular, buscando a uno de los líderes de las marchas antigubernamentales en las que murieron tres personas, elevando la tensión en la polarizada nación petrolera. El Ministerio Público ordenó arrestar a Leopoldo López, ex alcalde de un rico distrito de Caracas que lidera un movimiento de oposición al presidente socialista Nicolás Maduro, bajo duros cargos de terrorismo y homicidio.
"Esto forma parte de un plan para criminalizar la protesta", dijo Carlos Vecchio, uno de los dirigentes de Voluntad Popular. En la tarde del jueves, un escuadrón de la inteligencia militar empuñando armas largas irrumpió en las oficinas del partido de López en el centro financiero del país, pero al no encontrarlo se retiraron. Miembros de la oposición que se encontraban en el lugar dijeron que los militares, con uniformes negros y chalecos antibalas, no tenían orden de allanamiento. La operación, dijeron, fue "un abuso de poder".
Horas antes, Vecchio aseguró que López estaba en su casa reunido con sus abogados y no pensaba abandonar el país. Vecchio expresó que López, quien es responsable nacional de Voluntad Popular, "está en Venezuela" y que no tiene planeado salir del país porque "no tiene rabo de paja y no tiene miedo". El dirigente rechazó los señalamientos contra López, y acusó al gobierno de los violentos sucesos. "Es el gobierno el que ha orquestado un plan", agregó. Poco después informó en su cuenta de Twitter, que miembros de la policía política se presentaron en la sede de Voluntad Popular, en el este de la ciudad, pero que luego se retiraron.
El líder opositor Leopoldo López, acusó al Gobierno de provocar el derramamiento de sangre para desacreditar a su movimiento pacífico. "Me están culpando sin ninguna prueba (...) soy inocente", dijo el miércoles a Reuters TV después de los disparos. "Tengo la conciencia tranquila porque llamamos a la paz".
Durante toda la jornada se observó una mayor presencia policial y militar como parte del reforzamiento de la seguridad que acordó el gobierno tras los violentos incidentes que ocurrieron en la víspera en el centro y este de Caracas.
El Gobierno de Nicaragua se solidarizó este jueves con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y calificó de "fascista" a la oposición tras las protestas de universitarios que dejaron tres muertos, varios heridos y detenidos. "Rechazamos la política de odio y destrucción" que promueve la "derecha fascista" de Venezuela "y nos solidarizamos en cariño y hermandad con Nicolás y su pueblo", señaló el gobierno de Daniel Ortega en un comunicado leído por su portavoz, la primera dama, Rosario Murillo.
Cuba condenó este jueves los "intentos en desarrollo de un golpe de Estado" en Venezuela, con manifestaciones opositoras y estudiantiles que dejaron tres muertos y 66 heridos, y expresó su "pleno apoyo" al presidente Nicolás Maduro, en una declaración de su cancillería. "
El canciller Elías Jaua afirmó el jueves que el gobierno tomará "medidas de Estado" para garantizar el orden en todo el país y evitar la violencia, pero no detalló cuáles serían las disposiciones. Jaua responsabilizó de forma directa al dirigente opositor Leopoldo López y a la diputada María Corina Machado de los hechos del miércoles.
El líder opositor Henrique Capriles afirmó el jueves que "la violencia le interesa a este gobierno para tapar la crisis que estamos viviendo". Aseguró en rueda de prensa que el gobierno de Maduro quiere evadir sus responsabilidades y "mostrarse como víctima" frente a los hechos de violencia de la víspera. "Hoy (los del gobierno) son unos niños de pecho", agregó.
El también gobernador de estado central de Miranda rechazó los señalamientos del gobierno de que la oposición estaría promoviendo un golpe de Estado, e indicó que las intentonas no las hacen los civiles "con botellitas de agua", sino los militares.
Dirigiéndose a Maduro, el líder opositor dijo que si hay "ruido interno (en la fuerza armada) ese es su problema", y agregó que si se quiere usar estos incidentes como una "parada para un autogolpe tendrá que decírselo al país". "Dejen ya la persecución...la violencia no se resuelve con más violencia", expresó.
La fiscal general Luisa Ortega Díaz indicó el jueves que hasta el momento hay un registro de tres muertos, 66 heridos, de los cuales 17 son militares y policiales, y 69 detenidos por los violentos hechos ocurridos en Caracas y en cuatro de los 23 estados del país.
Afirmó según comunicado de la Fiscalía, que "habrá castigo" para los responsables de los hechos de violencia del miércoles, y sostuvo que "la justicia no puede acomodarse al capricho, a las pretensiones o manipulaciones de algunos perturbadores".
El periodista Pedro Corzo, de Radio Martí, habló con Gaby Arellano, una de las promotoras de las marchas estudiantiles que tuvieron lugar en Venezuela, y reiteró que las protestas continuarán hasta que el gobierno garantice la seguridad de todos los venezolanos.
"Esto forma parte de un plan para criminalizar la protesta", dijo Carlos Vecchio, uno de los dirigentes de Voluntad Popular. En la tarde del jueves, un escuadrón de la inteligencia militar empuñando armas largas irrumpió en las oficinas del partido de López en el centro financiero del país, pero al no encontrarlo se retiraron. Miembros de la oposición que se encontraban en el lugar dijeron que los militares, con uniformes negros y chalecos antibalas, no tenían orden de allanamiento. La operación, dijeron, fue "un abuso de poder".
Horas antes, Vecchio aseguró que López estaba en su casa reunido con sus abogados y no pensaba abandonar el país. Vecchio expresó que López, quien es responsable nacional de Voluntad Popular, "está en Venezuela" y que no tiene planeado salir del país porque "no tiene rabo de paja y no tiene miedo". El dirigente rechazó los señalamientos contra López, y acusó al gobierno de los violentos sucesos. "Es el gobierno el que ha orquestado un plan", agregó. Poco después informó en su cuenta de Twitter, que miembros de la policía política se presentaron en la sede de Voluntad Popular, en el este de la ciudad, pero que luego se retiraron.
El líder opositor Leopoldo López, acusó al Gobierno de provocar el derramamiento de sangre para desacreditar a su movimiento pacífico. "Me están culpando sin ninguna prueba (...) soy inocente", dijo el miércoles a Reuters TV después de los disparos. "Tengo la conciencia tranquila porque llamamos a la paz".
Durante toda la jornada se observó una mayor presencia policial y militar como parte del reforzamiento de la seguridad que acordó el gobierno tras los violentos incidentes que ocurrieron en la víspera en el centro y este de Caracas.
Declaraciones de Argentina, Nicaragua y Cuba
El Gobierno argentino respaldó hoy al presidente venezolano, Nicolás Maduro, tras los incidentes ocurridos el miércoles en Caracas que dejaron tres muertos y decenas de heridos, y alertó sobre "intentos de desestabilización" contra el orden institucional. En un comunicado, la Cancillería argentina lamentó que la marcha convocada por la oposición venezolana provocara muertos y heridos y dijo esperar que se lleve a cabo "una investigación que determine las responsabilidades".El Gobierno de Nicaragua se solidarizó este jueves con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y calificó de "fascista" a la oposición tras las protestas de universitarios que dejaron tres muertos, varios heridos y detenidos. "Rechazamos la política de odio y destrucción" que promueve la "derecha fascista" de Venezuela "y nos solidarizamos en cariño y hermandad con Nicolás y su pueblo", señaló el gobierno de Daniel Ortega en un comunicado leído por su portavoz, la primera dama, Rosario Murillo.
Cuba condenó este jueves los "intentos en desarrollo de un golpe de Estado" en Venezuela, con manifestaciones opositoras y estudiantiles que dejaron tres muertos y 66 heridos, y expresó su "pleno apoyo" al presidente Nicolás Maduro, en una declaración de su cancillería. "
El líder opositor Henrique Capriles afirmó el jueves que "la violencia le interesa a este gobierno para tapar la crisis que estamos viviendo". Aseguró en rueda de prensa que el gobierno de Maduro quiere evadir sus responsabilidades y "mostrarse como víctima" frente a los hechos de violencia de la víspera. "Hoy (los del gobierno) son unos niños de pecho", agregó.
El también gobernador de estado central de Miranda rechazó los señalamientos del gobierno de que la oposición estaría promoviendo un golpe de Estado, e indicó que las intentonas no las hacen los civiles "con botellitas de agua", sino los militares.
Dirigiéndose a Maduro, el líder opositor dijo que si hay "ruido interno (en la fuerza armada) ese es su problema", y agregó que si se quiere usar estos incidentes como una "parada para un autogolpe tendrá que decírselo al país". "Dejen ya la persecución...la violencia no se resuelve con más violencia", expresó.
La fiscal general Luisa Ortega Díaz indicó el jueves que hasta el momento hay un registro de tres muertos, 66 heridos, de los cuales 17 son militares y policiales, y 69 detenidos por los violentos hechos ocurridos en Caracas y en cuatro de los 23 estados del país.
Afirmó según comunicado de la Fiscalía, que "habrá castigo" para los responsables de los hechos de violencia del miércoles, y sostuvo que "la justicia no puede acomodarse al capricho, a las pretensiones o manipulaciones de algunos perturbadores".
El periodista Pedro Corzo, de Radio Martí, habló con Gaby Arellano, una de las promotoras de las marchas estudiantiles que tuvieron lugar en Venezuela, y reiteró que las protestas continuarán hasta que el gobierno garantice la seguridad de todos los venezolanos.