"Conmigo o sin mí, nosotros vamos a triunfar. Suceda lo que suceda, no lloren: ya hemos llorado demasiado. Vivan con dignidad y que les sirva para ejemplo, para que luchen con más ahínco por la libertad de Cuba, para que reclamen sus derechos", le dijo en el día 52 de su huelga de hambre en Santa Clara el activista Guillermo del Sol al presentador y periodista de Radio Martí Tomás Cardoso, con quien compartió su testamento político.
"Ya yo estoy bastante mal; anoche tuve fiebre, estoy pasando un estado gripal, tengo mucho dolor de garganta, aparte de todos los otros dolores, y estoy muy deteriorado.
"Me queda poco hablando ya. Son 52 días: sabemos que [Pedro Luis] Boitel --con condiciones paupérrimas, porque estaba dentro de la prisión en La Cabaña—duró 54 días creo que fueron. No sé qué tiempo me pueda quedar: ya después de los 50 días, según un especialista en gastroenterología, no queda mucho. En cualquier momento las bacterias que habitan en el intestino pueden traspasarlo, y puedo hacer una sepsis, pueden empezar a habitar dentro…
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"Por otra parte, ya el organismo se está alimentando de mis órganos principales, según las órdenes que va dando el cerebro. Estoy muy tembloroso: ya prácticamente mi hijo es quien me traslada con mucha dificultad, porque tiene que cargarme.
"No sé lo que me quede de vida qué pueda ser, pero lo voy a vivir con dignidad, y hasta el último momento voy a seguir declarando lo que pasa acá.
"Ahora pienso escribir mi testamento político, y quiero pedirle al pueblo de Cuba y a toda la audiencia de [Radio Televisión] Martí que, por favor, suceda lo que suceda, no lloren: ya hemos llorado demasiado. Que vivan con dignidad y que les sirva para ejemplo, para que luchen con más ahínco por la libertad de Cuba, para que reclamen sus derechos.
"Y por favor: les pido a todos que públicamente quemen la Constitución y lo suban a las redes sociales. Que demuestren que la Constitución es la cara de Raúl Castro.
"Y por favor: no usen la violencia. No conviertan a Cuba en un baño de sangre, que es lo que quiere Raúl Castro, como lo quiso [Fulgencio] Batista. Raúl Castro es más malo que Batista.
"Sigan pacíficamente, que la victoria es nuestra. Conmigo o sin mí, nosotros vamos a triunfar. Que Dios los bendiga a todos".