El número de cubanos indocumentados que han ingresado a Estados Unidos en los primeros 10 meses del presente año fiscal asciende a 46.635, superando la cifra total de los que arribaron en 2015 que fue de 43.154.
Los datos están recogidos en un amplio informe publicado este mes por el Centro de Estudios de Inmigración (CIS, por sus siglas en inglés) con sede en Washington D.C, titulado El creciente número de inmigrantes cubanos en Estados Unidos, bajo la firma de Kausha Luna, investigadora asociada del CIS.
Estas cifras podrían ser mucho mayores, ya que "el flujo de cubanos hacia las fronteras de Estados Unidos a través de América Latina continúa creciendo”, asegura Luna, quien monitorea los temas de inmigración que se publican en los medios de prensa hispanos y los traduce al inglés en su blog alojado en el sitio oficial del CIS.
El CIS es una organización no gubernamental, fundada en 1985, dedicada exclusivamente a la investigación y análisis de temas migratorios, y que reciben fondos públicos y privados.
El informe describe en detalle la crisis migratoria que se desarrolló a principios de este año en la región, por la llegada de miles de migrantes indocumentados cubanos que transitaban hacia la frontera sur de Estados Unidos, y asegura que en estos momentos Ecuador y Colombia “albergan a miles de cubanos, aproximadamente 5.000 y 2.000, respectivamente”, como resultado del cierre de las fronteras de varios países de Centroamérica al paso de migrantes irregulares.
Luna publicó un informe sobre el mismo tema el pasado mes de mayo titulado “El creciente número de migrantes cubanos en Estados Unidos” y participó ese mismo mes como panelista en una conferencia sobre la migración cubana organizada por el CIS.
Al referirse a la situación en Colombia, el informe recuerda la carta que “los 2.432 migrantes cubanos varados en ese país enviaron a fines de julio al Presidente Barack Obama, pidiéndole una solución a su problema migratorio.
El documento destaca que Colombia decidió regresar a los cubanos al lugar desde donde llegaron o darles la opción de abandonar el país por sus propios medios, mediante un salvoconducto.
“Sorprendentemente, los cubanos prefirieron aceptar la llamada deportación voluntaria y usaron el salvoconducto para contratar coyotes que los ayudaran a cruzar la peligrosa selva del Darién para llegar a Panamá”, refiere Luna. “De hecho, la deportación voluntaria que se presentó como una medida humanitaria al problema migratorio, funciona en realidad como una política de frontera abierta en Colombia”.
Como resultado de esa política, señala el documento, el problema migratorio de los cubanos acantonados en Colombia se ha trasladado ahora a Panamá, cuyo gobierno se ha visto obligado a abrir varios campamentos en su frontera norte para atender a los miles de migrantes que llegan al istmo, no solo cubanos, sino haitianos y africanos.
En vista de la situación creada en Panamá, el gobierno de Costa Rica ha reiterado que no está en condiciones de permitir la entrada a su territorio de cubanos indocumentados, como ya sucedió a finales del pasado año, cuando unos 8.000 cubanos quedaron varados en el país tras el cierre de la frontera nicaragüense.
Por su parte, las autoridades de México han afirmado que no participarán más en programas para transferir migrantes cubanos a las fronteras de Estados Unidos, como sucedió el pasado mes de mayo con los miles de cubanos que se encontraban varados en Costa Rica y Panamá.
El informe destaca que, en el contexto de esta crisis migratoria, los gobiernos de México y Cuba firmaron un memorando de entendimiento en el cual ambos países acordaron, prácticamente la repatriación sin restricciones.
El acuerdo pone fin a una política permisiva vigente desde julio de 2015, que permitía a los indocumentados cubanos obtener un permiso temporal de varios días para cruzar el territorio mexicano rumbo a Estados Unidos.
El informe señala que tanto Cuba como los países de la región culpan a Estados Unidos por la crisis migratoria.
En ese sentido, el estudie concluye destacando la carta que nueve cancilleres de la región enviaron recientemente al Secretario de Estado, John Kerry, pidiendo que Estados Unidos termine los privilegios migratorios que otorga a los cubanos, en especial a la Ley de Ajuste Cubano, que permite la entrada legal a territorio estadounidense a cualquier cubano que se presente a las autoridades en las fronteras, o toque tierra continental, por sus costas.