El gobierno de Raúl Castro derogó en menos de 48 horas una resolución que imponía precios a los artículos donados para los damnificados, un hecho sin precedentes que sigue a duras críticas sobre cómo son tratados los damnificados en la isla.
Martí Noticias reportó el jueves detalles de la resolución No. 645 del 2017 del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) divulgada el pasado martes en la Gaceta Oficial que establecía que los beneficiarios de la donación debían pagar los gastos de distribución y transportación al momento de recibir el donativo.
La resolución No. 700/2017, publicada horas después, saca de circulación a la No. 645/2017 y establece que: "Los bienes de consumo que se reciben mediante donaciones y se entreguen directamente a la población utilizando empresas de comercio minorista o mayorista o a través de transportación propia, no tendrán costo alguno para los beneficiados".
La nueva norma da marcha atrás, manteniendo la gratuidad en momentos en que la devastación dejada por el huracán Irma ha provocado protestas callejeras espontáneas por la falta de alimentos, agua, medicamentos y otros productos básicos.
La venta de donaciones a la población había también generado críticas y preocupación entre los exiliados cubanos, que buscan garantizar que la ayuda llegue de manera efectiva a los afectados.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) divulgó este mes una petición al gobierno cubano para que elimine el impuesto del 10% al dólar americano y las trabas en la entrega de licencias a los trabajadores del sector privado.
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) emitió un comunicado en el que pide a Castro que libere por un año de impuestos aduanales y la reducción de los precios de las tiendas estatales a los productos básicos y de la construcción y en las tarifas de teléfonía e internet.
La FHRC pidió otras medidas como: liberar de impuestos estatales por un año al sector privado; permitir todas las actividades a empresas extranjeras, autorizar a los sectores privado nacional y extranjero a ejercer el comercio de exportación e importación y la venta mayorista y minorista en todo el territorio nacional y frenar la venta forzada a acopio de la producción agrícola y pecuaria, y traspasar definitivamente la propiedad de las tierras a aquellos campesinos dedicados a la producción de alimentos.
Propuestas similares sobre cómo agilizar las soluciones han surgido en los últimos días, también en medios independientes. El periodista santiaguero Luis Rondón Paz, por ejemplo, hizo pública su "propuesta para ayudar al pueblo cubano" en el sitio Havana Times.
Su texto pide "liberar de impuestos de aduana la importación de materiales de construcción y misceláneas para que los nacionales reciban estos de familiares o amigos de forma directa".
El experiodista de la BBC, Fernando Ravsberg, publicó un texto titulado "La aduana y los intereses de la nación", en el que custionó el excesivo impuesto a los productos vendidos en divisas a los cubanos.
"Si pretenden aplicarle el 240% de impuesto, como ocurre en las tiendas, se les pudrirán las tejas y los azulejos en los almacenes, si antes los mismos empleados no los desvían hacia el mercado negro", expresó.
Y citó un dramático suceso: "Durante el paso del huracán Irma murieron 10 cubanos, la mayoría de ellos por culpa de los derrumbes, pero la Aduana mantiene la prohibición de entrar materiales de construcción, ni siquiera se les permite traerlos en su contenedor a los repatriados".
La reciente resolución especifica que las empresas responsabilizadas con la transportación de las donaciones recibidas con destino a la población, deberán solicitar financiamiento a las direcciones municipales del ministerio de Finanzas y Precios.
Cubanos consultados por el periodista Adriel Reyes, de Radio Martí, opinaron sobre la reciente decisión: “Menos mal compadre, eso había creado un estado de opinión muy negativo en la población que se veía bastante desamparada, con el agua al cuello con todas estas cosas. Ha habido mucho desastre”, dijo el periodista independiente habanero Mario Echevarría.
Nilo Alejandro Gutiérrez, también reportero independiente, lo catalogó como una medida política.
“Es sencillamente porque se aproximan unas elecciones y la mayoría de las personas están ya muy cansadas de la demagogia decorativa de ellos para tratar de lograr que esas personas cambien de opinión, porque todo el mundo está diciendo que no va a votar", dijo.
La santiaguera María Mercedes Rodríguez dijo: "Desde que yo tengo uso de razón todas se han cobrado (...) siempre pintan un cuento y te la cobran”.
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Devastación
El paso de Irma por Cuba agudizó aún más las carencias de la mayoría de los cubanos, acostumbrados a sobrevivir con el mínimo durante décadas de crisis económica y mala administración.
De 15 provincias, 13 reportan graves afectaciones. Sectores clave como la vivienda, la agricultura, el turismo, el sistema electroenergético y el abasto de agua potable se han visto profundamente afectados.
Martí Noticias reportó la pasada semana que el gobierno decidió financiar con el Presupuesto del Estado el 50 por ciento de los materiales de la construcción que están siendo entregados a personas que perdieron total o parcialmente su vivienda durante el ciclón.
Aunque fue otro intento por aliviar el malestar generalizado, la medida sigue siendo insuficiente en un país donde el salario promedio ronda los 30 dólares.
Fuera de una escuálida canasta básica de alimentos subvencionados, la mayoría tiene que comprar alimentos que son vendidos a altos precios en divisas para poder llegar a fin de mes.
El tema de la vivienda es muy crítico debido al deterioro por falta de mantenimiento del fondo habitacional que se ha agudizado tras la devastación causada por los huracanes que suelen arremeter contra la isla.