La escasez de ropa y calzado en las tiendas cubanas por dólares ha obligado a la población a buscar alternativas en el mercado negro, donde "componer una muda de ropa y un par de zapatos para una familia sobrepasa los 10 mil pesos", aseguraron a Radio Televisión Martí cubanos consultados en la isla.
La activista y realizadora de audiovisuales Yadisley Rodríguez, residente en Camagüey, tiene dos niños y dijo que para la familia se ha vuelto casi “imposible vestirse, por los altos precios que tienen y por lo difícil de conseguir en el mercado negro”.
Lee también Los "cadequeros y banquitos", únicas opciones ante el ordenamiento“En las tiendas estatales no hay nada, y en las que venden por dólares (tarjetas) solo hay artículos de aseo, y electrodomésticos", señaló.
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Dijo que ha estado apelando a las casas particulares de las personas que viajan a otros países y llevan ropa y zapatos para vender.
"Pero allí un par de zapatos o un pantalón cuestan más de 5 mil pesos" cubanos cada uno, agregó.
En su familia son cuatro personas, y "se necesita unos 10 mil pesos para vestirnos y no andar descalzos”, detalló.
La realidad es que no todos tienen dinero y la gente va a esas tiendecitas particulares a ver "si el vendedor te conoce, confía en ti y quiere venderte a plazos”, añadió Rodríguez.
Lee también La doble moneda, una maraña financiera que lastró la economía cubana por 26 años"El dinero no aparece y la posibilidad de trabajar para ganarlo es cada vez menor". La gente está obligada "a andar con lo que puede" y a inventar para comer pues a los alimentos también le subieron los precios todo en el país", aseguró.
Según la activista, la población ha llegado a ese extremo de pobreza porque al gobierno no le importa su situación. "Para ellos la gente se puede morir de hambre y andar desnudos”, concluyó.
Lee también Cubanos regresan a Nicaragua en busca de productos para revenderEn diciembre pasado, tras el restablecimiento de los vuelos de la aerolínea Conviasa, los cubanos comenzaron a salir a países centroamericanos como Nicaragua para realizar compras al por mayor y luego revenderlas en la isla.
En Bayamo, provincia Granma, "ya se ve que en algunas casas hay ventas de lo que traen", apuntó el activista Roberto Rodríguez.
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Dijo que en Bayamo a nadie se le ocurriría ir a una tienda estatal a buscar ropas de vestir, puesto que "están vacías".
En el pasado sacaban a la venta algunas cosas pero eran "caras, pésimas y no contaba con la preferencia de las personas", agregó. La “tabla de salvación son los particulares, pero ahora tenemos otro problema y es que no los podemos comprar”, lamentó el entrevistado.
El gobierno subió salarios y pensiones a la población, pero al mismo tiempo los particulares subieron el precio a todo, y en su familia, compuesta por cinco personas, donde tres son niños, "salir a la calle decentemente vestidos es un gran problema", aseguró.
Lee también Cien pesos por una cuchilla desechable y otros precios que hablan de la creciente inflación en Cuba“Lo único que tenemos por delante los cubanos es pasar trabajo”, dijo con pesar.
El periodista independiente Maikel Norton residente en Los Palacios, Pinar del Río, señaló que en el futuro una gran parte de la población va a tener que “usar taparrabos o vestir harapos”.
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Dijo que a pesar de las aperturas en diciembre a los vuelos internacionales, y de que algunos ya comenzaron a salir, "todavía no he visto en mi municipio a vendedores particulares".
Mientras, el gobierno anunció una drástica reducción de vuelos a partir del 1 de enero para contrarrestar el aumento de casos importados de coronavirus, una cifra que se ha disparado desde la reapertura de fronteras en noviembre pasado.
Entre las medidas tomadas por el gobierno a inicios de año también se decretó un significativo aumento de las tarifas en los servicios públicos de electricidad, gas y agua, además del valor de los alimentos, transporte y medicamentos, entre otros.
Las medidas han contado con las críticas de los ciudadanos en las redes sociales, quienes han expresado que la crisis humanitaria en el país de gobierno comunista "solo hace más rico a los de la cúpula castrista, y más pobre al cubano de a pie".
A criterio de Norton, esas regulaciones, unidas a la imposibilidad de que la gente pueda trabajar y tener un salario que les permita comprar lo que necesitan para vestirse y alimentarse, solo traerá más pobreza e indigencia a los cubanos.