El senador republicano Marco Rubio se unió a la senadora Susan Collins, también republicana, para reintroducir un esfuerzo bipartidista en apoyo a los servidores públicos estadounidenses que han sufrido lesiones cerebrales por presuntos ataques de microondas en Cuba.
Rubio dijo en un comunicado que la Ley de Ayuda a las Víctimas Estadounidenses Afligidas por Ataques Neurológicos autorizaría una compensación adicional para las personas lesionadas y sería aplicable a los empleados del Departamento de Estado o de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, a discreción del jefe de la agencia.
Esta legislación también requeriría que la CIA y el Departamento de Estado informen al Congreso sobre cómo se está utilizando esta autoridad y si se requieren acciones legislativas o administrativas adicionales.
Síndrome de La Habana es el término que se le da a una sospechosa enfermedad que apareció por primera vez entre mas de 40 empleados de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, a partir de 2016, precisó Rubio.
Desde entonces, al menos una docena de diplomáticos estadounidenses en el Consulado de Estados Unidos en Guangzhou, Hong Kong, también sufrieron síntomas parecidos a los de La Habana, “consistentes con los efectos de la energía de radiofrecuencia dirigida, pulsada". Según la prensa, ha habido más de 130 casos en total entre el personal estadounidense, incluidos casos en suelo estadounidense. Las dolencias han incluido mareos, tinnitus, problemas visuales, vértigo y dificultades cognitivas, y muchos miembros del personal afectados continúan sufriendo problemas de salud años después.
Junto a Rubio y Collins en la reintroducción de este proyecto de ley bipartidista están los senadores Mark Warner, demócrata, Jeanne Shaheen, demócrata, John Cornyn, republicano, Michael Bennet, demócrata, Roy Blunt, republicano, Kirsten Gillibrand, demócrata, Richard Burr, republicano, Martin Heinrich, demócrata, Ben Sasse, republicano, Dianne Feinstein, demócrata, Tom Cotton, republicano, Angus King, independiente, y Jim Risch, republicano.
"Me enorgullece reintroducir esta legislación para proporcionar al Director de la CIA y al Secretario de Estado las autoridades necesarias para ayudar adecuadamente al personal estadounidense que ha soportado estos ataques mientras prestaba servicios a nuestra nación", dijo Rubio. “No hay duda de que las víctimas del Síndrome de La Habana, que han sufrido lesiones cerebrales, deben recibir una atención e indemnización adecuadas”.
“Las heridas que han sufrido muchas víctimas del Síndrome de La Habana son importantes y les cambian la vida. Para empeorar las cosas, algunas de las víctimas no recibieron el apoyo financiero y médico que deberían haber esperado de su gobierno cuando informaron por primera vez de sus lesiones. Este es un escandaloso fracaso por parte de nuestro gobierno”, dijo Collins.
"Necesitamos un enfoque de todo el gobierno para identificar al adversario que está apuntando al personal estadounidense. Los servidores públicos que trabajan en nuestras embajadas y consulados en el extranjero hacen muchos sacrificios personales para representar los intereses de Estados Unidos en el exterior. Merecen nuestro firme apoyo cuando se les hace daño en el cumplimiento del deber, al igual que nosotros cuidamos a los soldados heridos en el campo de batalla”, explicó Collins.
“Esta legislación bipartidista", señaló Warner, "es un primer paso importante para garantizar que nuestros diplomáticos y oficiales de inteligencia que han resultado heridos en el campo tengan acceso a la atención médica y los beneficios que necesitan, especialmente para los síntomas que son consistentes con los de una lesión cerebral traumática. Durante casi cinco años, hemos estado al tanto de informes de ataques misteriosos contra personal del gobierno de Estados Unidos estacionado en Cuba y en otros países del mundo”.
“El Comité de Inteligencia ha presionado al gobierno para que averigüe qué está pasando, responsabilice a los responsables y garantice que cesen estos ataques. Pero también debemos garantizar que los hombres y mujeres valientes, y sus familias, que representan a Estados Unidos en el extranjero y mantienen a nuestra nación a salvo todos los días, sean atendidos si se lesionan en el cumplimiento del deber. Como presidente del Comité de Inteligencia del Senado, conozco las dificultades, los sacrificios y los riesgos que enfrentan nuestros oficiales, diplomáticos y otro personal que prestan servicios en el extranjero. Lo mínimo que podemos hacer es establecer salvaguardias financieras para garantizar que las personas afectadas por estos ataques puedan recibir la atención y el tratamiento médicos adecuados", dijo Warner.
Shaheen comentó que “es inaceptable que los servidores públicos estadounidenses y sus familias hayan sufrido solos durante años con estas misteriosas lesiones cerebrales, sin total transparencia o garantía de tratamiento. Nuestro personal se merece algo mejor. Es por eso que he hecho sonar la alarma para llegar al fondo de estos ataques y brindar un apoyo fundamental a quienes han sido víctimas de estos ataques".
“Me enorgullece unirme a Collins y a este grupo bipartidista de legisladores para aprovechar mis esfuerzos y brindar una atención más equitativa a quienes han resultado lesionados para que podamos garantizar que todos los afectados, independientemente de la agencia en la que hayan trabajado, reciban una compensación adecuada por las lesiones que sufrieron mientras cumplían nuestro servicio", agregó Shaheen.