El huracán Michael, uno de los más poderosos que haya tocado el territorio continental estadounidense, descargó este miércoles toda su fuerza en la costa del extremo noroccidental de Florida, donde ya se registran inundaciones, apagones, caídas de casas y árboles, y cortes de carreteras.
Más de tres horas después de que el "monstruoso" ojo de Michael llegara a Mexico Beach con vientos de hasta 155 millas por hora (250 km/h), no se ha informado de la existencia de víctimas ni ha habido una evaluación preliminar de las consecuencias del impacto.
Sin embargo, las imágenes de los vídeos hechos con teléfonos de celulares son más que elocuentes sobre los efectos en esa localidad, de poco más de un millar de habitantes.
La crecida del mar y las lluvias provocadas por Michael anegaron e incluso dejaron sumergidas numerosas casas unifamiliares, que además fueron barridas por el viento y despojadas de tejados, puertas, ventanas y otros elementos.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) indicó que la amenaza de la marejada ciclónica, que podría provocar una subida del nivel del mar de hasta los 14 pies (4,2 metros), y los "vientos catastróficos" continúan después de que Michael tocase tierra.
Los meteorólogos alertan además de que la acumulación de lluvias podrían llegar hasta las 12 pulgadas (30 centímetros) en algunas zonas.
Michael es ahora un huracán de categoría 3, con vientos sostenidos de 125 mph (205 km/h), y el NHC pronostica que continuará debilitándose en su trayecto por los estados del Sur de EEUU el jueves.
El gobernador de Florida, Rick Scott, prometió que en cuanto pase el peligro se producirá una "masiva respuesta" para apoyar a la región afectada, conocida como Panhandle, con más de un "millar de especialistas en búsqueda y rescate de personas" y 3.500 efectivos de la Guardia Nacional del estado.
Scott, que pidió este miércoles al presidente Donald Trump la Declaración de
Desastre Mayor, destacó que tienen preparados camiones cargados con toneladas de alimentos, agua y otros suministros críticos.
La División del Investigación de Huracanes del NHC apunta que Michael tocó tierra como el tercer ciclón más intenso en la historia reciente de Estados Unidos, con una presión atmosférica de 919 milibares en el momento de alcanzar la costa, solo superado por el denominado "Labor Day", de 1935, con 892 milibares, y Camille, de 1969 y 900 milibares.
No en vano, el Servicio Nacional de Meteorología en Tallahassee, capital de Florida, emitió un aviso de "viento extremo", el primero de este tipo en su historia.
Momentos antes de que tocase tierra y preguntado por la prensa sobre el futuro de los afectados, Trump dijo "Dios los bendiga a todos" e indicó que esperaba que las personas que no pudieron o no quisieron evacuar superen este trance pues son "gente fuerte, inteligente y maravillosa".
El mandatario adelantó su intención de visitar alguna de las zonas afectadas en los próximos días, y señaló que podría ser "el domingo o el lunes".
Mientras siguen en efecto toques de queda en varios condados del Pandhandle, el ciclón se mueve por el interior de Florida hacia el vecino estado de Georgia con vientos máximos sostenidos de 140 millas por hora (220 km/h) y rachas aun más intensas.
El gobernador de Georgia, Nathan Deal, amplió la declaración del estado de emergencia a 108 condados del estado y ordenó que 1.500 soldados de la Guardia Nacional estén disponibles para ser desplegados en la zona por la que se prevé que pase Michael este jueves.
Más de 3,7 millones de personas viven en zonas bajo alerta por el paso del huracán, desde la costa del Golfo de México hasta Virginia, donde se prevé que Michael llegue este jueves o viernes ya debilitado y degradado a tormenta tropical.
AccuWeather, una compañía privada que ofrece servicios de pronósticos meteorológicos en todo el mundo, previno que el daño sería "catastrófico" a lo largo de 50 millas de costa de Florida y su fundador y presidente, Joel N. Myers, lo comparó con una "bomba o un tsunami".
Scott activó el Fondo para Desastres del estado, al que particulares y empresas pueden contribuir con donaciones para ayudar a los damnificados por el huracán Michael, Un equipo de World Central Kirchen, una ong que tiene entre sus líderes al mediático chef español José Andrés, se encuentra en el Centro de Operaciones del condado Bay, en Panama City, preparando
cientos de comidas por ahora para los servicios de emergencia, pero dispuesto a alimentar a los damnificados en cuanto pase el huracán.
"Estamos analizando de cerca la magnitud del daño causado por el huracán Michael y estamos listos para elevar nuestra respuesta para servir también a los refugios que lo necesiten", dijo a Efe Jeannette Moreland, de esta ong.
Más de 30.000 hogares y negocios en Florida se quedaron sin electricidad en el noroeste del estado, de acuerdo con la compañía eléctrica Duke, que estima que el número podría llegar a entre 100.000 y 200.000.
La compañía dijo que algunas interrupciones podrían durar desde varios días hasta más de una semana.
(EFE)