El jefe del equipo negociador del Gobierno de Colombia con las FARC en La Habana, Humberto De la Calle, afirmó que basado en los informes que le entregaron las autoridades colombianas, en al menos 17 ocasiones trataron de acceder a su computadora y a sus correos personales. El funcionario dijo que se trata de un intento de sabotaje al proceso de paz.
La información aparecida en la revista semana.com señala que la mesa de conversaciones en la capital cubana, incluidos los negociadores del Gobierno colombiano, eran objetivo de las infiltraciones ilegales.
"No sólo pueden conocer la información que manejo, sino que tienen la capacidad de enviar mensajes a mi nombre que jamás he escrito", indicó De la Calle, quien se desempeñara como vicepresidente de Colombia entre 1994 y 1997.
Agregó que su celular también fue infiltrado. "Siguen apareciendo cuentas y perfiles falsos en redes sociales que jamás he abierto". La denuncia llega en momentos en que el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, debaten el tema de las víctimas del conflicto que ha dejado más de 200.000 muertos y millones de desplazados en el país sudamericano.
Esta declaración, indica la revista, estaría relacionada con lo revelado en febrero pasado por Semana sobre la existencia de una fachada desde donde habrían ‘chuzado’, es decir, interceptado las comunicaciones de varios representantes del Gobierno, entre ellos De la Calle y el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo.
En ese momento, Semana reveló que "halló una oficina fachada de la inteligencia militar que habría chuzado a los representantes del Gobierno en el proceso de paz (…) se trata de un local relativamente pequeño, cerca al Centro Comercial Galerías, en el occidente de Bogotá(…) el nombre clave otorgado por los militares a esa fachada era Andrómeda".
Y señala que el sitio estuvo a cargo de un capitán (Semana se reserva el nombre) que pertenece al batallón de Inteligencia Técnica del Ejército número 1, Bitec-1.
La revista explica que estas unidades están diseminadas por distintas zonas de Colombia, y forman parte de la Central de Inteligencia Técnica del Ejército (CITEC). Indica que las labores encubiertas de las Bitec "están encaminadas supuestamente para actividades contra el terrorismo y especialmente contra las FARC".
La mesa de negociaciones en La Habana, que debate ahora el tema de las víctimas, tiene por delante asuntos clave como el fin del conflicto y el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz.