Tras un período de ausencia, Estados Unidos vuelve a ocupar un lugar como miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH-ONU) para la etapa 2022-2024, cuya entrada en funciones está señalada para el próximo 1º de enero.
"Me complace anunciar que Estados Unidos ha sido elegido para el @UN_HRC. Con @POTUS, promesa cumplida, trabajaremos para asegurar que el Consejo esté a la altura del principio de que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos". Gracias por el abrumador apoyo de los Estados miembros", anunció la embajadadora de EEUU ante ONU, Linda Thomas-Greenfield, en su perfil de Twitter.
En una declaración leída tras la elección, la alta diplomática estadounidense advirtió que utilizará “todas las herramientas a nuestro alcance, desde la introducción de resoluciones y enmiendas, hasta el ejercicio de nuestro voto cuando sea necesario”.
Aseguró que Estados Unidos presionará "contra la elección de países con un historial de derechos humanos atroz, y animaremos a aquellos comprometidos con la promoción y la protección de los derechos humanos, tanto en sus propios países como en el extranjero, a que soliciten su adhesión” al Consejo.
Thomas-Greenfield finalizó agradeciendo a los Estados miembros de la ONU por el apoyo y la oportunidad. “Aprovecharemos al máximo nuestro asiento en la mesa. Estamos deseando ponernos a trabajar”, advirtió.
El Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, en una comparecencia ante el Consejo a través de videoconferencia, también celebró el regreso de su país a esa instancia de la ONU, advirtiendo, no obstante, que “seguirá denunciando abusos en países como Venezuela, Nicaragua, Cuba o Irán” y alegando que “los (países) que tienen peores registros de derechos humanos no deberían ser miembros de este Consejo”.
La situación de la comunidad Uigur en la región de Xinjiang, en China, también fue mencionada por el secretario Blinken, quien recomendó a la CDH-ONU revisar sus posiciones drásticas contra Israel y aprovechó la ocasión para “exigir al gobierno de Putin la “liberación inmediata del opositor Alexei Navalny".