El gobierno de Estados Unidos anunció el jueves una medida que fuerza a los migrantes que piden asilo en la frontera sur a quedarse en México mientras se resuelve su solicitud.
El anuncio lo hizo el jueves la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, durante una audiencia ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes.
Durante su exposición, Nielsen dijo que la medida era necesaria para "poner bajo control" una oleada de solicitudes de asilo de centroamericanos, que no cumplen con los requisitos y que saturan los tribunales de inmigración de EEUU.
Según un comunicado de el Departamento de Seguridad Nacional, la política se basa en una provisión de la Ley de Inmigración y Nacionalidad que permite a Estados Unidos "devolver" a los migrantes provenientes de un "territorio contiguo" a dicho país mientras se completa su solicitud migratoria.
Esta provisión aplica para los migrantes que lleguen a un puerto de entrada como a los que son detenidos cruzando de manera irregular.
Por su parte, México anunció que, en respuesta la acción de EE.UU., permitirá a los migrantes quedarse en el país mientras se tramita su solicitud "por razones humanitarias", según un comunicado de Cancillería.
Los migrantes tendrán el derecho de pedir asilo y de "trabajar y vivir en México mientras se resuelve la situación en EE.UU." aseguró José Antonio Zabalgoitia, consul de asuntos comerciales de México en Estados Unidos en una rueda de prensa en Washington D.C.
La decisión fue histórica para México, país que tradicionalmente se ha rehusado a aceptar la devolución de los migrantes que no sean mexicanos.
"Ante una medida que no es adecuada(...) México lo que hace es privilegiar el interés de las personas, darle un enfoque humanitario", dijo Zabalgoitia.
Nielsen también dijo en su comunicado que México había llegado a una "determinación independiente" después de que DHS le informara de las políticas que pretendía tomar.
A finales de noviembre, el Washington Post había filtrado información de un supuesto acuerdo entre el gobierno de López Obrador y EE.UU. —el llamado 'Permanecer en México— para que el país latinoamericano aceptara albergar a los migrantes que pedían asilo en EE.UU.
“Estamos buscando impedir que los migrantes sean una pelota de ping pong, que vaya entre una medida migratoria y la otra”, dijo Zabalgoitia, quien dijo que espera que esta medida sea temporal.
La medida va en consonancia con declaraciones previas de oficiales de alto rango de la Casa Blanca, que han criticado los "vacíos legales" de la ley de inmigración, que permiten a los migrantes "desaparecer" en el país mientras se procesan sus solicitudes de asilo.
Según afirma Nielsen el DHS en el comunicado anunciando la medida, el gobierno ha visto que cada vez más migrantes afirman tener un "miedo creíble" de permanecer en su país, lo cual es el primer paso para pedir asilo.
Sin embargo, de acuerdo al DHS "la mayoría de estas solicitudes" no son verdaderas.