Los sacerdotes católicos José Conrado y Castor Álvarez celebraron una misa el lunes 17 de julio en la sede de las Damas de Blanco, barrio de Lawton, en el municipio 10 de Octubre, en La Habana.
La misa comenzó a las seis de la tarde y culminó una hora después. En la misma estuvieron presente 5 ex prisioneros políticos recién excarcelados: Lismerys Quintana Ávila, Ismael Bori Reñí y su esposa Aimara Nieto Muñoz, así como el activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) Yosvany Martínez y Augusto Guerra Márquez.
En conversación con Radio Martí, Berta Soler, portavoz de la organización, dijo que mantuvieron a discreción la visita de los curas “para que se pudiera dar. Pudieron estar más Damas de Blanco y más activistas, pero (lo mantuvieron en silencio) con el objetivo de que se pudiera dar y no se filtrara”, explicó Soler.
La celebración contó con unas 26 personas. Soler destacó el hecho de que los opositores recientemente salidos de prisión pudieron asistir al servicio religioso.
El domingo 20 de marzo de 2016 fue la última vez que las Damas de Blanco llegaron más lejos en su pretensión de asistir a misa en la iglesia Santa Rita, en Miramar, en la capital cubana. Ese día el entonces presidente estadounidense Barack Obama llegaba a Cuba, pero las mujeres vestidas de blanco fueron cruelmente reprimidas delante de los reporteros extranjeros que llegaban para la visita oficial.
Hasta la fecha las mujeres activistas han contabilizado 108 domingos de represión en los que han sido agredidas, detenidas y llevadas a unidades policiales.
Además de las detenciones arbitrarias, algunas han denunciado que las multan por “romper el cerco policial” y “tirar papeles a la calle” –se trata de las octavillas que dispersan para denunciar los malos tratos a que son sometidas.
Este lunes, fue diferente para las Damas de Blanco que se congregaron en la sede nacional de la organización, aseveró Soler.
“En palabras de textuales del Padre José Conrado, dijo: ‘Ustedes tienen derecho a escuchar la palabra de Dios’. También nos dijo: ‘Cuando la policía les impide llegar a la iglesia cada domingo, les están prohibiendo la libertad religiosa dada por Dios’”.
Conrado es un sacerdote conocido por enviar cartas a Raúl Castro, denunciar la falta de libertad religiosa y exponer los actos represivos a que las Brigadas de Respuesta Rápida han sometido a opositores que son feligreses del catolicismo en Cuba.
Sobre Conrado Soler recordó especialmente que dijo: “Hemos venido esta tarde para recordarles que ustedes tienen el derecho a ser hombres y mujeres libres”.
La Dama de Blanco agradeció entre otras, las palabras de consuelo por parte Castor Álvarez, el otro de los sacerdotes visitantes, cuando expresó: "Ya que no las dejan llegar a la iglesia, la iglesia ha venido aquí a celebrar la santa misa”.
Por su parte Conrado explicó que fue iniciativa de ellos debido que “no las están dejando llegar a la iglesia donde ellas se reúnen habitualmente”.
El sacerdote dijo que esperaron a que Berta Soler fuera liberada, como han venido haciendo en las últimas semanas en que la detienen desde el domingo hasta el lunes.
“Fue una forma de expresar el derecho que ellas tienen como creyentes a participar en el culto oficial de la iglesia y también en la solidaridad de la iglesia con ellas. Realmente están haciendo una labor de testimonio de lo que es la lucha por los propios derechos y la defensa de los derechos de todos”, indicó el clérigo.
“No estamos de acuerdo con esta violación severa, grave, a la libertad religiosa en nuestro país al impedirle a las damas de blanco ir a participar en el culto de la iglesia”, declaró el Padre José Conrado.
Sobre la celebración de la misa en la vivienda del matrimonio de Soler y su esposo el ex preso político Ángel Moya, Conrado dijo que “fue muy hermosa. El padre Castor presidió la misa y ‘un servidor’, predicó dentro de la homilía".
A la pregunta de la periodista Ivette Pacheco sobre algún inconveniente debido la vigilancia permanente por parte de la policía política, Conrado aseveró que ‘ese tipo de miedo es el que realmente hay que desterrar definitivamente de nuestros corazones”.
Finalmente Conrado insistió en que fue un acto solidario lo que trataron de expresar con la visita. “Una forma de decir que nos preocupa y nos interesa profundamente el respeto por los derechos humanos en nuestro país”.
[Redaccción de Luis Felipe Rojas, con entrevistas de Ivette Pacheco]