La presa política cubana Yunaiky de la Caridad Linares Rodríguez fue trasladada a una celda de castigo, informó la activista Anamely Ramos a Martí Noticias.
Linares Rodríguez cumple una condena de ocho años de cárcel en la Prisión de Mujeres de Occidente, conocida como El Guatao, por participar en las protestas antigubernamentales que tuvieron lugar en Cuba el 11 y el 12 de julio de 2021.
Niurka Rodríguez García -madre de la joven- contó a Ramos que su hija se había visto obligada a cruzar la cerca del campamento para buscar a la directora de la prisión porque la cambiaron de colectivo y la pusieron junto a una presa común con la que había tenido problemas en el pasado.
"La volvieron a poner en la galera donde está otra presa, común, con la que ella ya tuvo problemas y que posiblemente haya estado apoyada, sino instigada, por la Seguridad del Estado para molestarla", explicó la activista a nuestra redacción.
Su madre cree que las autoridades del penal quieren regresarla al régimen de máxima severidad o sumarle una causa a su sentencia, precisó.
Linares Rodríguez estaba saliendo de pase en los últimos meses. "En esos breves días intenta sanar un poco el horror que ha vivido, y también recuperarse en lo posible de sus padecimientos médicos, entre ellos el asma y las tiroides. Son los únicos momentos de alivio que tiene y si los pierde su salud física y emocional se quebrará nuevamente", comentó Ramos en la red social X.
"Su madre está desesperada. Yunaiki ha vivido todo tipo de abusos en la carcel. Ha intentado incluso quitarse la vida, pero ha logrado reponerse como la guerrera que es... Ella fue una de las mujeres que enviaron una carta al mundo exigiendo ser liberadas, y la firmaron con su sangre", recordó.
La joven tenía 24 años cuando fue encarcelada. Inicialmente la condenaron a 14 años de prisión por el delito de sedición. Tras apelar, la sentencia fue rebajada a ocho años.
En Cuba "hay un total de 1.113 prisioneros políticos y de conciencia sufriendo condenas judiciales o disposiciones de limitación de libertad", según el más reciente informe de ONG Prisoners Defenders.
"Hemos verificado que 62 de los 1.113 prisioneros políticos registrados en nuestra lista padecen trastornos de salud mental clínicamente diagnosticados y 356 sufren distintas patologías médicas", precisa el documento.
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