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Cadena perpetua y 30 años a violadores y asesinos de joven en Cienfuegos


Arriba izquierda: Leidy Maura Pacheco y los tres hombres que la violaron y asesinaron en Junco Viejo, Cienfuegos.
Arriba izquierda: Leidy Maura Pacheco y los tres hombres que la violaron y asesinaron en Junco Viejo, Cienfuegos.

Los condenados a "privación perpetua de libertad" por la violación y asesinato de Leidy Maura Pacheco son Irael Enrique Campos, de 32 años de edad, y Darián Gómez Chaviano, de 25. Diario que reportó el caso no tuvo acceso a información oficial.

Un tribunal cubano condenó a cadena perpetua a dos hombres y dictó una sentencia de 30 años de prisión contra un tercero tras encontrarlos culpables de la violación y el asesinato de una joven de 18 años en la provincia de Cienfuegos (centro-sur), informaron este jueves medios oficiales de la isla.

Los condenados a "privación perpetua de libertad" son Irael Enrique Campos, de 32 años de edad, y Darián Gómez Chaviano, de 25, según reportó el diario 5 de Septiembre, de Cienfuegos, que ha seguido ampliamente el caso, algo inusual en los medios estatales cubanos, no acostumbrados a informar sobre este tipo de sucesos.

Sin embargo,la publicación explicó que se enteró del fallo por la familia de la víctima. La nota destacada en portada ─firmada por el director-─ lamenta que "no fue posible acceder a la información oficial por razones ajenas a la voluntad del Periódico".

En el caso de Henry Hanoi Tamayo Hernández, de 19 años y menor ante la ley, el Tribunal Provincial Popular de Cienfuegos dispuso una sanción conjunta de 30 años de privación de libertad tras el juicio oral celebrado a puerta cerrada los pasados 7 y 8 de agosto.

Los tres hombres fueron juzgados por los hechos que ocurrieron el 26 de septiembre del 2017, cuando la joven Leidy Maura Pacheco se dirigía a su casa en el asentamiento de Junco Viejo -a las afueras de Cienfuegos-, a donde nunca llegó.

Familiares y vecinos -entre ellos uno de los ahora sancionados por el crimen- buscaron durante una semana a la chica hasta que dieron con sus restos.

Según relató entonces la edición digital del 5 de Septiembre el padre de la víctima, Pedro Valentín Pacheco, el testimonio de un vecino permitió identificar a uno de los presuntos autores del crimen, quien tenía antecedentes por violación y fue visto a la misma hora que la víctima en la zona en la que ésta desapareció.

Durante el juicio al que tuvieron acceso familiares de la víctima y de los acusados, en cifra restringida, comparecieron más de 40 testigos y fueron presentadas pruebas documentales y las conclusiones de las investigaciones que llevaron a los acusados ante el tribunal por la causa 124/18.

La sentencia puede estar sujeta al derecho del recurso de Casación, por parte de los acusados o el Fiscal, ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo Popular, lo que ratificaría o modificaría la decisión del Tribunal Provincial, precisa el periódico local que cita como fuente de la información a la familia de la víctima.

El homicidio de la joven Leidy Pacheco, que estaba casada y tenía un bebé de diez meses, ha impactado a la población cubana y muchas personas han considerado que por la gravedad de los delitos cometidos los implicados merecían la pena de muerte.

El Código Penal cubano sanciona con quince a treinta años de cárcel o pena de muerte, al que mate a otro "al obrar por impulsos sádicos o de brutal perversidad".

Aunque la pena capital sigue vigente en el país caribeño, existe desde 2003 una moratoria de facto por la cual se conmuta por condenas de prisión.

Los hechos

El 26 de septiembre del año pasado, Leidy Maura Pacheco salió de su casa en dirección a la Empresa estatal de Comercio de Cienfuegos, interesada en completar un curso que la habilitara para trabajar en ese sector.

Al regreso visitó a unas amistades en el barrio de Reina, almorzó con su esposo y tomó la guagua número 3 hacia Junco Sur.

Luego subió a una camioneta que la dejó cerca de su casa en Junco Viejo, desde donde llamó a su esposo a las 2:56 pm, cuando estaba a una cuadra de su hogar. Pero nunca llegó.

Tres hombres le taparon la boca, la llevaron hacia una arboleda en la periferia de Cienfuegos conocida como el ‘Plan Mango’, la violaron y después la asesinaron y la enterraron a la orilla de una pequeña represa, según el testimonio de su padre, Pedro Valentín Pacheco Alonso.

[Con información de agencia EFE y medios locales]

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