Los Gobiernos de Estados Unidos y Cuba dieron hoy un paso que puede ayudar a que las tensiones entre ambos no distraigan la atención sobre los temas específicos de la VII Cumbre de las Américas, que con el lema "Prosperidad con equidad" comienza este viernes en Panamá.
El alto consejero del Departamento de Estado de Estados Unidos Thomas Shannon se reunió hoy en Caracas con la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, confirmó la Cancillería de Venezuela en un escueto comunicado sobre el encuentro bilateral de más alto nivel en años.
Previamente, en Washington, fuentes diplomáticas estadounidenses habían confirmado a Efe que Shannon estaba en Caracas y dijeron que el Gobierno de Estados Unidos le envió en atención a una invitación formulada por el Gobierno de Nicolás Maduro.
"El Gobierno venezolano invitó recientemente al Gobierno estadounidense a enviar a un funcionario de alto rango a Caracas para reunirse con el presidente Maduro antes de la Cumbre de las Américas", explicó a Efe un portavoz del Departamento de Estado que pidió el anonimato.
Según esa fuente, Shannon llegó a Caracas el martes 7 de abril y abandonará Venezuela el 9, víspera del inicio de la Cumbre en Panamá, a la que han confirmado su asistencia tanto Barack Obama como Maduro.
"Al finalizar el encuentro con el funcionario estadounidense, que trajo un mensaje de su Gobierno, la ministra de Relaciones Exteriores le ratificó la exigencia de que sea derogada la orden ejecutiva firmada por el presidente Barack Obama el pasado 9 de marzo", señaló hoy la Cancillería venezolana en un comunicado.
El Ministerio de Relaciones Exteriores no dijo nada acerca de la entrevista con Maduro que, según las fuentes de Efe en Washington, tiene previsto sostener Shannon.
La orden ejecutiva mencionada en el comunicado, que ratifica las sanciones a funcionarios de Maduro y declara a Venezuela una "amenaza" para la seguridad de Estados Unidos, ha empeorado las ya estropeadas relaciones venezolano-estadounidenses en la antesala de una Cumbre en la que Obama iba a disfrutar de las mieles de su cambio de política hacia Cuba, aplaudido por la práctica totalidad de los países americanos.
La misma unanimidad, pero para condenarlas, han despertado en América Latina las sanciones impuestas por Estados Unidos a funcionarios venezolanos a los que considera responsables de violaciones de los Derechos Humanos.
Uno de los presidentes que ha prometido defender a Venezuela durante la Cumbre es el de Bolivia, Evo Morales, quien afirmó hoy que Estados Unidos aprovechará su participación en la VII Cumbre de las Américas para plantearse cómo dominar América Latina.
"Sabemos de los intereses del imperio norteamericano, aprovecha esta clase de eventos (para) plantear cómo dominar América Latina. A eso viene (Obama), estamos convencidos", dijo Morales, quien mañana viajará a la capital panameña.
El senador demócrata Tim Kaine, uno de los legisladores de Estados Unidos más involucrados con América Latina, dijo hoy en una entrevista con Efe que Estados Unidos no debe adoptar más medidas contra Venezuela.
"Necesitamos –argumentó– hablar como estadounidenses en favor de los Derechos Humanos en Venezuela, pero no debemos imponer más sanciones".
Para Kaine, lo importante de la VII Cumbre de las Américas es la participación de Cuba, porque, a su juicio, una vez superado el problema que supuso en la anterior reunión, en Cartagena de Indias (Colombia) en 2012, el hecho de que no fuera invitada, ahora se podrá avanzar en otros asuntos clave para el continente.
"La Cumbre va a ser muy importante y muy diferente por la presencia de Cuba. Ahora, Cuba va a estar presente y dejará de ser, por ello, el asunto más relevante. Hay otros temas como el comercio, seguridad, reforma de algunos Gobiernos, justicia civil, el Plan Centroamérica y también la situación en Venezuela", señaló Kaine.