La Dama de Blanco prisionera política y de conciencia, Aymara Nieto Muñoz, lleva encerrada en una celda de castigo desde el pasado 25 de febrero, según dio a conocer en su cuenta de Facebook Berta Soler, la líder de la organización femenina.
La opositora tiene las llamadas telefónicas suspendidas por el término de dos meses, un castigo que le impide comunicarse con sus hijas pequeñas y su esposo, el activista Boris Reñí.
Nieto Muñoz es, sin dudas, una de las presas políticas contra quien más se ha ensañado el régimen comunista.
La Dama de Blanco está cumpliendo desde 2018 una sentencia de cuatro años de privación de libertad por los delitos de atentado y daños a la propiedad. En 2020, fue traslada a una cárcel de mujeres en la provincia Las Tunas, en el oriente de Cuba, a más de 600 kilómetros de su familia, tras ser culpada de promover un motín en la prisión del Guatao, en La Habana.
La mujer estuvo dos años sin poder ver a sus niñas.
El pasado 7 de febrero, Nieto Muñoz fue sometida a un nuevo juicio por “Desorden público en un centro penitenciario”, donde la encontraron culpable de promover la revuelta entre las reclusas y fue condenada a otros cinco años de prisión.
En declaraciones a Radio Martí, su esposo ha denunciado que la presa política ha perdido la vista debido a "las torturas en celdas solitarias, las ‘tapiadas’"'.
Boris Reñí, quien el pasado lunes pudo visitar a su esposa en “Betica”, la prisión de mujeres donde se encuentra recluida, dijo a Radio Martí que no le han comunicado el tiempo que va a estar en celda de castigo.
Según Reñí, este aislamiento de la prisionera de conciencia se debe a denuncias que ésta ha realizado desde el penal.
A Nieto Muñoz la tienen encerrada en condiciones de total insalubridad. “La celda tiene criaderos de cucarachas, criaderos de ratones, e inclusive, criaderos de murciélagos que transmiten, como todo el mundo conoce, enfermedades como la Leptospirosis. Esa es una celda, que arriba hay un tanque de agua y empieza a botar agua y toda esa agua se mete por la puerta para adentro”, describió Reñí.
El techo de la celda está hecho con planchas de zinc. “En el país en el que nosotros vivimos, que es muy caluroso ¡imagínate las temperaturas!”, dijo.
La situación de Nieto Muñoz ha llamado la atención internacional de gobiernos como el de Estados Unidos, la Unión Europea y organizaciones defensoras de los derechos humanos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional, quien la reconociera como prisionera de conciencia y también le otorgara una Medida Cautelar de Protección Internacional.
El Departamento de Estado norteamericano dedicó a Nieto Muñoz uno de sus capítulos en la campaña #PresosPorQué, llevada a cabo con el fin de dar visibilidad a los prisioneros políticos en Cuba.