La policía de la ciudad estadounidense de Boulder, Colorado, informó que 10 personas murieron el lunes en un tiroteo en una tienda de comestibles.
La jefa de policía de Boulder, Maris Herold, explicó que entre los muertos se encontraba el oficial Eric Talley, quien fue el primero en llegar al lugar después de los informes de disparos. Herold calificó las acciones de Talley de "heroicas".
Herold dijo a los reporteros en una sesión informativa nocturna que un sospechoso estaba bajo custodia y que se esperaba que la investigación de los disparos tomara al menos cinco días. El fiscal de distrito Michael Dougherty dijo que era demasiado pronto para especular sobre el motivo del ataque.
Además dijo que Boulder "sufrió un tiroteo masivo terrible y espantoso".
"Estas personas estaban haciendo sus compras diarias, y sus vidas fueron cortadas abrupta y trágicamente por el agresor que ahora está bajo custodia", dijo Dougherty. “Prometo a las víctimas y al pueblo de Colorado que aseguraremos justicia y haremos todo lo que sea necesario para lograr justicia en este caso”, agregó.
Las autoridades dijeron que se estaban realizando esfuerzos para identificar a las otras víctimas y notificar a sus familias.
Los tiroteos masivos en Estados Unidos reavivan el debate sobre el acceso a las armas en el país. La Comisión Judicial del Senado tiene programado celebrar una audiencia el martes sobre "Pasos constitucionales y de sentido común para reducir la violencia armada", la primera de una serie de audiencias planeadas para discutir el problema.
Colorado ha sido escenario de varios tiroteos masivos en los últimos tiempos, incluido un ataque en 2012 en un cine en Aurora y el ataque en 1999 en una escuela en Columbine.
El ataque del lunes se produce una semana después del asesinato de ocho personas en tres negocios de masajes en el área de Atlanta. Fue al menos la séptima matanza masiva de este año en Estados Unidos.