La indignación por la muerte del afroestadounidense George Floyd ha movilizado a decenas de ciudades de Estados Unidos, donde en muchos casos las protestas pacíficas en reclamo de justicia derivaron en actos violentos contra la policía y en saqueos.
La magnitud de las protestas, donde los manifestantes han causado múltiples destrozos y enfrentamientos con la policía en las principales ciudades del país, han obligado a movilizar la Guardia Nacional en varios estados y a declarar el toque de queda en al menos 25 ciudades.
Las manifestaciones del sábado en más de 50 ciudades son la cuarta jornada de protestas desde que comenzaron a circular las imágenes del afroamericano George Floyd, contra el piso y clamando que lo dejaran respirar, mientras un policía le presionaba el cuello con su rodilla durante más de 8 minutos hasta causar asfixia total.
El policía Derek Chauvin quien presionó con la rodilla el cuello de Floyd, de 46 años, fue arrestado y acusado de asesinato en tercer grado. Sin embargo, no fue suficiente para contener el reclamo social.
La ira que estalló inicialmente en Minneapolis, lugar donde ocurrieron los hechos, se ha extendido por más de 20 estados de toda la Unión.
Las movilizaciones se repitieron en Houston, ciudad natal de la víctima, Nueva York, Dallas, Houston, Memphis, Portland, Miami e incluso en Washington, frente a la Casa Blanca.
Allí la policía y los agentes del Servicio Secreto se desplegaron con fuerza alrededor de la Casa Blanca antes de que docenas de manifestantes se reunieran al otro lado de la calle en Lafayette Square.
El presidente Donald Trump, dijo que los disturbios violentos están siendo causados por "Antifa y otros grupos radicales de izquierda" y alertó a los manifestantes que la memoria de Floyd estaba siendo "explotada por alborotadores, saqueadores y anarquistas".