Alan Gross, el trabajador internacionalista estadounidense preso en Cuba desde Diciembre de 2009 recibió una visita de médicos estadounidenses, informó el Jueves su abogado en Washington.
"Un equipo médico de EE.UU. visitó a Alan a principios de julio," precisó el representante legal de Gross, Scott Gilbert. "La familia no ha recibido los resultados y, al menos por ahora, no tiene ningún plan para publicarlos", agregó.
Gross, de 64 años, está cumpliendo una condena de 15 años por llevar equipo de telecomunicaciones a Cuba como parte de un programa del Departamento de Estado para ampliar el acceso a la Internet en la isla.
Su familia ha manifestado preocupación por el deterioro de su salud, y le había pedido a las autoridades cubanas que permitieran que médicos estadounidenses lo examinaran.
La Habana había alegado que Gross estaba siendo bien atendidos en el hospital militar donde está encarcelado, pero en junio otorgó el permiso de visita a los médicos.
Según la cadena CNN el cambio de se interpreta como una intensificación por parte del gobierno cubano de su campaña para lograr la liberación de sus cuatro agentes de inteligencia condenados a largas penas de prisión en los Estados Unidos.
El gobierno de Cuba sostiene que los hombres se infiltraron en grupos de exiliados cubanos para prevenir ataques terroristas contra la isla. Pero los tribunales estadounidenses condenaron a cinco de los miembros de la Red Avispa por espionaje en 2001.
Cuatro de los agentes permanecen en prisiones federales de los EE.UU.. El quinto, René González, regresó a Cuba en mayo después de cumplir 14 años de cárcel y salir en libertad supervisada.
Especulaciones sobre un posible canje de los cuatro espías por Gros han sido desestimados por funcionarios estadounidenses, que insisten en que el subcontratista preso debe ser liberado inmediatamente.
"Un equipo médico de EE.UU. visitó a Alan a principios de julio," precisó el representante legal de Gross, Scott Gilbert. "La familia no ha recibido los resultados y, al menos por ahora, no tiene ningún plan para publicarlos", agregó.
Gross, de 64 años, está cumpliendo una condena de 15 años por llevar equipo de telecomunicaciones a Cuba como parte de un programa del Departamento de Estado para ampliar el acceso a la Internet en la isla.
Su familia ha manifestado preocupación por el deterioro de su salud, y le había pedido a las autoridades cubanas que permitieran que médicos estadounidenses lo examinaran.
La Habana había alegado que Gross estaba siendo bien atendidos en el hospital militar donde está encarcelado, pero en junio otorgó el permiso de visita a los médicos.
Según la cadena CNN el cambio de se interpreta como una intensificación por parte del gobierno cubano de su campaña para lograr la liberación de sus cuatro agentes de inteligencia condenados a largas penas de prisión en los Estados Unidos.
El gobierno de Cuba sostiene que los hombres se infiltraron en grupos de exiliados cubanos para prevenir ataques terroristas contra la isla. Pero los tribunales estadounidenses condenaron a cinco de los miembros de la Red Avispa por espionaje en 2001.
Cuatro de los agentes permanecen en prisiones federales de los EE.UU.. El quinto, René González, regresó a Cuba en mayo después de cumplir 14 años de cárcel y salir en libertad supervisada.
Especulaciones sobre un posible canje de los cuatro espías por Gros han sido desestimados por funcionarios estadounidenses, que insisten en que el subcontratista preso debe ser liberado inmediatamente.