El director ejecutivo del Memorial de las Víctimas del Comunismo, Marion Smith, ha sugerido nuevamente este lunes la idea de poner el nombre de Oswaldo Payá a la calle de la embajada de Cuba en Washington.
En un artículo que publica hoy el diario The Washington Post, Marion Smith dijo que, de llevarse a cabo, la propuesta no debe entorpecer las relaciones entre la Administración Obama y el régimen castrista.
"Para mantener la memoria de las víctimas, el Congreso puede cambiar el nombre de la calle 16 del noroeste de Washington, donde la embajada recientemente se ha asentado", señaló el ejecutivo.
La propuesta se dio a conocer a partir de un proyecto de ley bipartidista impulsado por el senador de origen cubano Ted Cruz. El republicano de Texas propone nombrar la calle como Oswaldo Payá Sardiñas, en homenaje al fundador del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), fallecido en circunstancias no aclaradas aún, el 22 de julio de 2012 en Cuba.
"Todos queremos una Cuba libre, democrática y próspera en paz con Estados Unidos. Aunque esto no es lo que quieren Fidel y Raúl Castro. Raúl dejó claro que el país permanecerá bajo el control del Partido Comunista", indicó Smith.
En su artículo se refiere, además, a las declaraciones de Josefina Vidal, quien lideró por la parte cubana las conversaciones para restablecer las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana: "Las decisiones sobre asuntos internos no son negociables y nunca han estado en la agenda de negociaciones".
Smith fue firmemente crítico con la decisión de la Administración demócrata actual, pues entiende que apoyar a Raúl Castro pone de lado a las víctimas del totalitarismo.
"El reconocimiento de Estados Unidos a los Castro legitima al Gobierno; hace que el control del partido (Comunista) sea mayor. Las víctimas del régimen castrista han perdido la sensación de que tienen en Estados Unidos su más firme aliado. Durante una audiencia en el Congreso, el disidente Jorge Luis García Pérez 'Antúnez' dijo que la mayoría de los disidentes cubanos consideran que las negociaciones entre Washington y La Habana son una traición que amenaza las aspiraciones de los cubanos por la libertad".
Como ejemplo de la propuesta que honraría a Payá, Marion citó lo ocurrido en 1984, cuando el Gobierno de Estados Unidos cambió el nombre de la calle frente a la embajada de la extinta Unión Soviética por el del disidente Andrei Sájarov. "La postura de Estados Unidos fue enviar un mensaje de que todavía recordamos a los que luchan desesperadamente contra la opresión, incluso si estamos involucrados en una diplomacia abierta con ese Gobierno", aseguró Marion.
Finalmente, el activista por la memoria de las víctimas del comunismo dijo que pudiera ser que el régimen cubano propusiera los nombres del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, el desertor Eduard Snowden, el revolucionario Che Guevara o el de algunos de los fugitivos de la justicia norteamericana que se esconden en la isla caribeña, "pero en ningún caso las relaciones por un futuro mejor se lograrán haciendo caso omiso de los abusos sangrientos del régimen de Castro. Esta es la forma de recordarlos", concluyó.
