Una compañía controlada por Donald Trump, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, desarrolló al parecer en secreto, una serie de actividades empresariales en Cuba durante el Gobierno de Fidel Castro, a pesar de las estrictas prohibiciones comerciales estadounidenses, según publica la revista estadounidense Newsweek basándose en entrevistas con ex ejecutivos de Trump, los registros internos de la compañía y documentos judiciales.
Newsweek asegura que los documentos a los que tuvo acceso muestran que la empresa gastó un mínimo de $68,000 por un viaje a Cuba, en 1998, en un momento en que gastar dinero en el país caribeño era prohibido para los estadounidenses sin una aprobación del Gobierno de EE.UU.
Pero la compañía no gastó los fondos directamente. Según Newsweek, con el conocimiento de Trump, ejecutivos canalizaron el dinero para el viaje a Cuba a través de una empresa de consultoría estadounidense llamada Seven Arrows Investment and Development Corporation.
Una vez que los consultores de negocios viajaron a la isla, Seven Arrows instruyó a los directivos superiores de la compañía de Trump, entonces llamada Trump Hotels & Casino Resorts, para que hicieran aparecer el gasto de dinero como legal, vinculándolo a un esfuerzo de caridad a favor del pueblo cubano, explica la publicación y agrega que los pagos realizados por Trump Hotels tuvieron lugar poco antes de que el magnate neoyorquino lanzara su primera carrera a la Casa Blanca, buscando ser nominado por el Partido Reformista.
La revista recuerda que en su primer día de campaña, el magnate viajó a Miami donde habló con un grupo de cubanoamericanos, un bloque de votantes vital en un Estado clave. Allí Trump se comprometió a mantener el embargo y nunca gastar dinero suyo o de sus empresas en la isla hasta que Fidel Castro fuera sacado del poder.
Trump no reveló que siete meses antes, Trump Hotels ya había reembolsado a sus consultores el dinero que gastaron en su viaje de negocios secreto a La Habana, afirma la publicación.
En ese momento, apunta Newsweek, los estadounidenses que viajaban a Cuba tenían que recibir un permiso del Gobierno de EE.UU, que sólo se concedía por un número muy limitado de propósitos, tales como esfuerzos humanitarios.
Ni un estadounidense ni una empresa con sede en los Estados Unidos podían gastar dinero en Cuba; en lugar de ello, una entidad caritativa extranjera u otro patrocinador similar debía pagar todos los gastos, incluidos los de viaje.
Los gastos de Trump Hotels, a falta de una licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), habrían sido una seria violación de la ley federal, dicen los expertos.
En enero de 2015, el Departamento del Tesoro amplió una excepción para "investigación profesional" que, según la interpretación de expertos legales, ampara ahora todo tipo de actividades relacionadas con potenciales inversiones, salvo la firma de acuerdos.
Para finalizar una inversión en Cuba se requiere una licencia específica de la OFAC.
Funcionarios de la campaña de Trump no respondieron a los correos electrónicos de Newsweek en busca de comentarios sobre el viaje a Cuba, tampoco Seven Arrows respondió a preguntas sobre el tema.
En el mes de julio, la prestigiosa revista Bloomberg Businessweek citó a varios testigos que confirman que ejecutivos y asesores de The Trump Organization, que opera 18 campos de golf en cuatro países, viajaron a La Habana a fines de 2012 o principios de 2013.
Identifica entre ellos a Larry Glick, vicepresidente ejecutivo para desarrollo estratégico, que supervisa el golf; Edward Russo, consultor medioambiental para el golf,y el principal asesor legal de la compañía, Jason Greenblatt.
Martí Noticias no obtuvo una reacción de la campaña de Trump en relación a la noticia publicada por Newsweek, tras varios intentos por contactar a sus representantes.
Sin embargo, Mauricio Claver Carone, del Comité de Acción Política US-Cuba Democracy, recuerda a propósito del artículo de Newsweek, que "a finales de la década de 1990 - como hoy - el gobierno de Bill Clinton concedió licencias y el fomento de viajes de las empresas de Estados Unidos para la exploración de negocios en Cuba, con la esperanza de que volverían y presionarían al Congreso de modo que aliviarán las sanciones que codificadas en la ley en 1996".
"En ese momento, la Cámara de Comercio de EE.UU estaba formando coaliciones para hacer negocios en Cuba con el mismo celo que en la actualidad. También - como hoy - estos viajes de exploración podían tener una licencia legal. Lo que era ilegal - y sigue siendo ilegal (con las excepciones legales de conexiones de telecomunicaciones, y las ventas en efectivo para la agricultura, la medicina y equipos médicos) -son en realidad las transacciones comerciales con el régimen de Castro. Por lo tanto, si Seven Arrows no obtuvo una licencia de la OFAC para el viaje y trató de encubrir el motivo, entonces debe haber consecuencias legales contra Seven Arrows", explica el abogado de Washington.
"Trump no ha realizado transacciones comerciales con el régimen de Castro, como afirma el artículo de Newsweek. Por el contrario, Trump llegó a la conclusión de que aquellos que trataban de hacer negocios con el régimen de Castro estaban equivocados", asegura el autor del blog Capitol Hill Cubans.
El abogado recuerda que Trump escribió un artículo de opinión en The Miami Herald en 1999, en que admite: "Varios grandes grupos de inversión europeos me han pedido y rogado que forme asociaciones para construir casinos-hoteles en La Habana. Con la afluencia de turistas extranjeros, queremos hacer una fortuna, era su promesa, y quizá tienen razón, y también tienen razón al decir que este tipo de arreglo me permitiría eludir el embargo impuesto por Estados Unidos. Pero ir corriendo a unirme a los que hacen negocios en Cuba, me colocaría directamente en desacuerdo con la política de larga data de EE.UU de aislar a Fidel Castro. Tenía que tomar una decisión: enormes beneficios o derechos humanos. Para mí, era una obviedad".
Es fascinante, asegura Calver-Carone, “ver a los que actualmente están trabajando para entregar miles de millones de dólares al régimen de Castro - Obama, Clinton y sus cabezas parlantes – atacar ahora a Trump por ese gasto de consultoría de $ 68.000", concluye Claver-Carone.
Preguntada este jueves sobre el artículo de Newsweek en el programa televisivo "The View", la jefa de campaña de Trump, Kellyanne Conway, no negó que el candidato republicano haya violado el embargo a Cuba.
"Pienso que ellos pagaron dinero [las compañías de Donald Trump], según entiendo de la historia [de Newsweek], ellos pagaron dinero en 1998", dijo Conway, quien se quejó de que no se urgue en el pasado "cuando se trata de los Clinton", pero con Trump no hay "ley de prescripción", señaló.