Carlos Jiménez, un cubano de 28 años, casado con Daria, una ciudadana rusa de 22, conoció recientemente que su primo hermano, el coronel Edel Alfaro Jiménez, había sido señalado como uno de los responsables de los actos represivos cometidos en Caimanera, en la provincia de Guantánamo, el 6 de mayo último.
“Es un hombre capaz de cualesquiera cosas por sus ambiciones”, declaró Carlos a Martí Noticias desde Puerto España, Trinidad y Tobado, donde ha sido aceptado como solicitante de refugiado y protección por Naciones Unidas.
La historia de Jiménez y su esposa Daria tuvo una amplia cobertura en los medios sobre Cuba cuando la pareja decidió viajar a La Habana procedente de San Petersburgo y se instaló en casa de los padres del joven.
En La Habana, el padre de Jiménez hizo una denuncia tras una supuesta desavenencia doméstica. Después vinieron interrogatorios, entrevistas, hasta que las autoridades migratorias ordenaron a la pareja abandonar el país.
“Yo sabía que él es mala persona y que ejercía un cargo en Guantánamo, pero ni me imaginaba”, dijo el joven.
El Proyecto Represores Cubanos, de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, con sede en Miami, incluyó al coronel Alfaro Jiménez, Delegado del Ministerio del Interior en Guantánamo, como uno de los responsables de la represión en Caimanera.
“Él intervino en la decisión que tomó inmigración en contra mía y de mi esposa. Ese hombre dio instrucción a la Seguridad del Estado, a la Policía y a Inmigración y eso me consta”, comentó.
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Según Jiménez, durante una de los interrogatorios en la unidad de policía de Guanabo, escuchó la voz de su primo cuando daba órdenes e instrucciones a los oficiales, vía telefónica, sobre el caso.
Jiménez recibió la educación “perfecta”, se forjó con los principios inculcados por la familia. Entre 2003-2007 acompañó a sus padres en la Embajada de Cuba en Rusia, donde su papá se desempeñó como representante de Comercio Exterior.
Estrella Loina Jiménez, la madre del coronel Alfaro Jiménez, es hermana del padre de Carlos. El militar está casado con Erbella Robles, abogada de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos.
“Edelito, como le dice, tiene dos casas en Guantánamo, una en Varadero, tiene carro con chofer y cuota de alcohol y cigarros. Come la mejor carne, mientras que hay cubanos que se caen del hambre en la calle”, denunció Jiménez.
El coronel habría cometido delitos condenados internacionalmente, como persecución por motivos políticos y asesoramiento o participación, o ambos, en represión. “Esta responsabilidad penal no caduca”, apuntó Represores Cubanos.
Carlos y Daria Jiménez se encuentran hoy en Trinidad y Tobago, en medio de un proceso de refugio por parte de Naciones Unidas.