La periodista Neife Rigau fue interrogada este domingo en la estación policial de Marianao, adonde acudió para cumplir con una citación que se le hiciera pocas horas después de ser arrestado en La Habana, Henry Constantín Ferreiro, el director del medio "La Hora de Cuba", con el que colabora.
“El capitán que se dice llamar Alejandro, me estaba esperando allí. Lo que querían era, supuestamente, ‘aconsejarme’, que me mantuviera tranquila, que no me acercara a personas que me pudieran traer problemas y, sobre todo, saber de mi relación con Henry [Constantín Ferreiro], saber por qué él había venido a La Habana. Y bueno, yo realmente no le respondí nada que ellos querían saber”.
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“Fueron 30 minutos. Durante todo ese tiempo me estuvo haciendo preguntas, también, sobre cosas personales”, apuntó la muchacha, ex pareja de Constantín Ferreiro.
El interrogatorio apresurado a la comunicadora sugiere que la policía política busca incriminar al periodista independiente, vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
“Yo le pregunté a ese capitán Alejando que por qué lo detuvieron, y me respondió que porque él había venido a La Habana a hacer actividades ilícitas”, agregó Rigau.
Lee también Denuncian "secuestro" de periodista detenido en medio de Cumbre del G77 en La HabanaDe acuerdo a las afirmaciones de Inalkis Rodríguez Lora, madre de los hijos de Constantín Ferreiro y también colaboradora de La Hora de Cuba, el periodista viajó a la capital para asistir a una exposición cultural, pero el viernes, cuando salía del lugar donde estaba hospedado, fue apresado y conducido a una unidad policial “por estar ilegal en La Habana”.
“Más tarde fue llevado al centro de procesamiento penal conocido como el Vivac, en Calabazar, desde donde, presuntamente, sería devuelto a Camagüey, la ciudad donde reside”, relató Rodríguez Lora.
“Lo que no sabemos si es para traerlo hasta acá o lo dejarán preso acá”, lamentó la comunicadora, que explicó que el periodista detenido la llamó por teléfono el sábado para informarla sobre lo acontecido.
Por su parte, Rigau, concluido el interrogatorio, pudo regresar a su casa, sin cargos ni actas de advertencia.