El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), en un análisis de este año, señaló a Cuba como uno de los países que más censura y hostilidad muestra hacia la prensa en el mundo.
La investigadora del CPJ, María Cristina Núñez, recordó que desde hace varios años la isla ocupa un lugar entre los 10 países con más censura y limitaciones en el orbe, por esa razón “sigue siendo de una enorme preocupación para el CPJ”, según declaró a Radio Televisión Martí.
“Cualquier esperanza del CPJ de que la situación mejorara se ha visto abandonada en estos últimos tiempos", precisó.
Entre las mayores limitaciones a los comunicadores en Cuba, el CPJ mencionó el acoso a reporteros, e incluso a sus familiares. También las detenciones arbitrarias y domiciliarias, la prisión y la aplicación de multas, entre ellas a consecuencia del Decreto-Ley 370 o Ley Azote, como fue bautizada por los activistas de derechos humanos en la isla.
Otra de las violaciones mencionadas por la organización está relacionada con la prisión impuesta al abogado y periodista independiente Roberto Jesús Quiñones Haces.
El resumen de año indica que, de igual manera, ciberactivistas y youtubers han visto recaer sobre ellos todo tipo de limitaciones y hostigamiento por parte de la Seguridad del Estado, a fin de que dejen de postear en las redes sociales sus trabajos.
Varios de ellos recibieron citaciones policiales. Durante los interrogatorios, fueron objeto de amenazas, y otros sufrieron el allanamiento de sus viviendas, y la confiscación de los medios de trabajo y dispositivos electrónicos con los que realizan gran parte de sus producciones.
Otro de los métodos aplicados contra los periodistas independientes, antes de las medidas tomadas por la pandemia de coronavirus, fueron las prohibiciones a viajar fuera del país, o a trasladarse de una provincia a otra.
La lista de reporteros que recibieron negativas a viajar fuera del país fue notable, y en ninguno de los casos los afectados recibieron explicación de las causas de esas limitaciones a su libertad de movimiento.
También los cortes a las líneas telefónicas y al servicio de Internet forman parte de las maniobras de la Seguridad del Estado para impedir que los comunicadores participen en eventos virtuales o talleres programados en distintas partes del mundo.
"Hemos visto empeorar la situación de los periodistas y las autoridades cubanas no han enviado ninguna señal positiva de cambio”, concluyó la investigadora.
Durante el año, organizaciones como Human Rights Watch, y Reporteros Sin Fronteras han denunciado las graves limitaciones del régimen cubano a la libertad de expresión y prensa.
En octubre, la Sociedad interamericana de Prensa (SIP) durante la clausura de la 76ª Asamblea General de esta organización, recordó que la represión policial se hizo sentir con mayor fuerza en las protestas civiles de junio, julio y octubre.
Muchos periodistas independientes tenían prohibido salir de sus viviendas y eran vigilados. Entre ellos, el informe del SIP destacó el caso de Luz Escobar, Abraham Jiménez Enoa, Ricardo Fernández Izaguirre, Mario Ramírez Méndez y Henry Constantin Ferreiro.
En este período fueron arrestados Abraham Jiménez Enoa, Jorge Enrique Rodríguez, Yoe Suárez, Héctor Luis Valdés Cocho, Iliana Hernández, Camila Acosta, Esteban Rodríguez López, Vladimir Turró Páez, Roberto Rodríguez Cardona, Yadisley Rodríguez Ramírez, Anderlay Guerra. También, los activistas Raux Denis y José Luis Acosta Cortellán, por sus críticas en Facebook, concluyó el informe de la SIP.
Durante el mes de noviembre también se hicieron notables las acciones hostiles contra periodistas independientes que apoyaron la protesta del Movimiento San Isidro en La Habana Vieja, como el caso del director de la revista independiente El Estornudo, Carlos Manuel Álvarez.
Recientemente, la organización no gubernamental Artículo 19 declaró que actualmente en Cuba, por demandar reconocimiento a sus derechos, los artistas, activistas y periodistas están en constante riesgo.
(Con reporte de Carmen María Rodríguez para Radio Martí)