El gobierno de Miguel Díaz-Canel ofreció 350 pesos cubanos como indemnización a la familia de Lisnavy Valdés Rodríguez, una de las niñas que perdieron la vida el lunes al derrumbarse un balcón en La Habana Vieja.
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“Simplemente le propusieron indemnizarla con 350 pesos moneda nacional; eso es una falta de respeto”, declaró el jueves en Miami Leonardo Ismael Guevara Reyes, primo hermano de Lisnavy.
“Nosotros no queremos dinero”, enfatizó entrevistado por el periodista de Radio Televisión Martí Ricardo Quintana. “Nosotros lo que queremos es que cubran todas esas prioridades que tienen que existir en el país para que cosas como esta no puedan seguir pasando".
Guevara Reyes habló del dolor que ahora mismo siente su tía, la madre de Lisnavy.
“Su única hija, y todos los días se está levantando por las mañanas diciendo que tiene que llevar a la niña al hospital”, contó. “Entonces todavía no está superando eso; yo creo que no lo va a superar nunca”.
UNA CINTA AMARILLA AL PAIS ENTERO
El reportero le preguntó si había oído los comentarios sobre una presunta cinta amarilla que Lisnavy y las otras dos niñas habrían cruzado cuando ocurrió la tragedia.
“Imagínese usted: ‘violaron una cinta amarilla; pasaron por un lugar que estaba prohibido pasar”, dice el primo de la niña fallecida. Por “Cuba entera está prohibido transitar, porque Cuba entera está derrumbada. Entonces tienen que ponerle una cinta amarilla al país entero”.
Lee también OCDH critica "pasividad" del gobierno ante muertes por derrumbes en CubaNingún funcionario ha ido a visitar a la familia después de lo sucedido, declaró Guevara Reyes.
“Ya, todo quedó al olvido, para ellos; el dolor está en la familia”, dijo el primo hermano de la niña fallecida. “Nosotros no pertenecemos a su familia”.
Las hijas del gobernante Miguel Díaz-Canel no transitan por lugares como ese donde ocurrió el derrumbe, ha dicho antes Guevara Reyes en declaraciones inflamadas por la ira. “Los que transitan por ahí son el pueblo, los ancianos, las personas; por eso es que no les importa, eso es lo que pasa”, le dijo al reportero.
Lee también Muestras de dolor y críticas tras muerte de tres niñas por derrumbe en La HabanaGuevara Reyes hace un llamado a otras familias cuyas viviendas estén también en condiciones deplorables.
“Que por favor miren esto como una enseñanza”, manifestó. “Que tomen conciencia y vean las cosas que están sucediendo de verdad. Exhorto a todas aquellas familias que vivan así, [en condiciones deplorables], que tengan sus casas destruidas, como las tiene casi toda Cuba, que por favor nos unamos”.
Dice estar seguro de que cosas como esta van a seguir ocurriendo, porque el gobierno no les va a dar solución.
“Vamos a ver si podemos echar adelante ese país”, declara. “Esto es una noticia hoy, pero mañana sigue la misma continuidad que tenía el país, y siguen pasando cosas y no se le da solución a nada”.
Guevara Reyes asegura que hay dos tipos de personas en Cuba: el gobierno y la población. “La población es la que más sufre, y el gobierno se sigue enriqueciendo cada día más”, manifiesta. “Y no hace nada por nosotros, ¿entiende?”
Desde La Habana, un amigo de la familia, Esteban Rodríguez, contó que la funeraria de la calle Infanta donde velaron el cadáver de Lisnavy estaba llena de agentes del Ministerio del Interior y que a él le impidieron entrar.
“Había un teniente coronel, había gente del DTI [Departamento Técnico de Investigaciones], había gente de la Seguridad”, dice Rodríguez. “A mí no me dejaron llegar, el capitán Denis no me dejó llegar; me dijo que yo no podía entrar. Le expliqué mi vínculo con la familia y me dijo que no le interesaba”.