El canoísta cubano Fernando Dayán Jorge logró este miércoles un hito histórico, al convertirse en el primer representante del Equipo de Refugiados del Comité Olímpico Internacional (ERCOI) que consiguió avanzar más allá de la primera ronda en cualquier deporte.
Desde que el ERCOI se estableció en los Juegos de Río´2016, todos sus miembros, con sus historias de tesón y esfuerzo para sobreponerse a condiciones bien lejanas de las ideales, quedaron eliminados en sus primeras presentaciones.
Fernando, campeón olímpico en canoa biplaza en los Juegos de Tokio´2020, superó el primer heat eliminatorio y avanzó hasta los cuartos de final en los mil metros individuales, aunque no logró pasar a las semifinales y terminó su incursión en París´2024.
Desde que llegó a Estados Unidos a través de la frontera, tras escapar de un entrenamiento en México, el joven nacido en Cienfuegos vino decidido a defender sus sueños olímpicos ya en libertad.
En un canal de la ciudad de Cape Coral, en el oeste de la Florida, entrenó sin descanso para seguir una carrera que en ocasiones lucía demasiado llena de obstáculos insalvables.
Pero logró los tiempos requeridos para clasificar a París y al no tener un estatus migratorio legalizado aún en Estados Unidos, recibió el reconocimiento de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) como tal, lo que le permitió ser incluido en el ERCOI.
Lee también Comité Olímpico Internacional defiende inclusión de atletas cubanos en el equipo de refugiados para París 2024Encima de eso, enfrentó ataques del régimen de La Habana, que presionó para que la estrella que se les escapó fuera retirada del Equipo de Refugiados.
Por suerte, el COI defendió su presencia en París y su derecho a expresarse libremente, lo que molestó a los jerarcas de la dictadura.
Su meritoria actuación, a pesar del tiempo que pasó sin competir y las condiciones adversas en que llevó a cabo su preparación, abre además un camino para otros deportistas cubanos que en un futuro rompan sus lazos con el régimen y decidan labrarse un mañana por sí solos, sin tener que dedicarle sus logros a ningún gobernante.
El camino no termina aquí. En Los Angeles´2028, Fernando Dayán Jorge regresará, esta vez bajo los auspicios del Comité Olímpico de Estados Unidos, país al que intentará retribuirle el haberlo acogido como un hombre libre.