Cuando se entreguen las medallas del triple salto masculino en los Juegos Olímpicos de París, es muy posible que los tres ocupantes del podio hayan nacido en Cuba, pero las probabilidades de que suene el Himno Nacional cubano en esa ceremonia de premiación son prácticamente nulas.
Y es que será en esa prueba del campo y pista donde más opciones de preseas tiene el grupo de 21 deportistas nacidos en la Mayor de Las Antillas, que competirán en París 2024 bajo otras banderas.
Jordan Díaz representa a España y encabeza el ranking mundial de la especialidad este año, con un salto de 18.18 metros, con el que ganó el Campeonato Europeo en Roma el mes pasado.
Esos 18.18 constituyen el tercer mejor brinco en todos los tiempos y lo colocan como gran favorito al oro olímpico.
Pedro Pablo Pichardo compite por Portugal y es segundo en el escalafón de la temporada.
Pichardo ganó la plata en certamen europeo con 18.02 y su rivalidad con Díaz se ha calentado incluso en las redes sociales.
Y Andy Díaz, nacionalizado italiano, va cuarto en el ranking (17.61), detrás del jamaiquino Jaydon Hibbert (17.75).
Esos tres “ex-cubanos”, como llamó en una ocasión un vocero oficialista del régimen a los deportistas que han decidido buscar un mejor camino por sí mismos en otras tierras, contrastan con las posibilidades de los que representarán a la isla en la competencia.
Lázaro Martínez y Cristian Nápoles ganaron medallas de plata y bronce, respectivamente, en el Campeonato Mundial de Budapest en el 2023, pero han tenido un rendimiento muy inferior en la actual temporada atlética.
Martínez (17.10) va decimocuarto en el escalafón anual, mientras que Nápoles se ubica en el lugar 46, con un registro de apenas 16.74 metros.
Andy Hechavarría, el tercer representante de Cuba en la prueba, aparece en el puesto 27, con 16.93 como mejor salto en el 2024.
Pero no son sólo los saltadores los cubanos que bajo otras banderas tienen serias posibilidades de ganar una medalla.
El campeón de Tokío 2020 en canoa biplaza sobre mil metros, Fernando Dayán Jorge Enríquez, competirá dentro del Equipo de Refugiados del Comité Olímpico Internacional (COI).
Este equipo fue creado en los Juegos de Río´2016 y hasta ahora, todos sus integrantes han sido eliminados en la primera ronda de sus respectivos deportes.
Fernando podría ser el primero en avanzar más allá de la primera fase y llegar a ser finalista, aunque el canoísta de 25 años, quien ha entrenado en la Florida en condiciones bastante lejos de las ideales, sueña en grande.
Luego de dos años sin competir al más alto nivel, asistió a la Copa Mundial de Canotaje en Szeged, Hungría, con la intención de probarse a sí mismo y conocer a sus potenciales rivales en la justa olímpica.
Y de esa justa se fue con dos medallas de bronce en las pruebas de mil y cinco mil metros.
En la esgrima, Neisser Loyola ya ganó bronce en espada en el Mundial del 2022, apenas el octavo espadachín de Bélgica en subir al podio desde que comenzaron esos eventos en 1937.
Es hijo de Nelson Loyola, bronce olímpico en Sydney´2000 y actualmente entrenador principal del equipo belga de esgrima.
Wilfredo León, el voleibolista mejor pagado del mundo, encabeza la selección de Polonia, ubicada en el primer lugar del ranking mundial, mientras que Yoandri Leal, con Brasil, también podría ascender al podio en el deporte de la malla alta.
Entre las mujeres, Melissa Vargas, considerada la mejor jugadora del planeta en la actualidad, defenderá la bandera de Turquía, selección candidata a medallas en el voli femenino.
El boxeador Loren Berto Alfonso representa a Azerbaiyán en el peso completo, división en la que ya ganó bronce olímpico en Tokio´2020, mientras que, en la misma categoría, Enmanuel Reyes, por España, ya cuenta con un tercer lugar en el Campeonato Mundial de 2021.
Y en la lucha sobresalen los nombres de Frank Chamizo (Italia) en los 74 kilos del estilo libre, y Yasmani Acosta (Chile), en los 130 kg de la grecorromana.
Sería una ironía del destino que fuera Acosta, una mole de seis pies y cinco pulgadas, el hombre que deje en el camino de las medallas al legendario Mijaín López, cuatro veces campeón olímpico (Beijing´2008, Londres´2012, Río´2016 y Tokio´2020), quien, a los 41 años, enfrenta, sobre todo, el reto del invencible Padre Tiempo.
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