Fue en la tarde del martes que se inició la tempestad por el remanente del huracán Ida en Nueva York. No obstante a la insistencia de exiliados en la zona norte para que Yamisderky Pelier Barranco, Niurka Prestamo Hernández, y Anisley Pérez buscaran refugio en otro sitio que no fuera la tienda de campaña frente a Naciones Unidas en Nueva York, las tres decidieron permanecer en el lugar de su protesta.
La manifestación de estas tres mujeres en huelga de hambre en favor de un cambio político en Cuba y de un cambio en la política de la comunidad internacional hacia Cuba ha permanecido inquebrantable.
Lee también “Mientras usted decide, Cuba muere”, dicen cubanas en huelga de hambre frente a sede de ONU en Nueva York (VIDEO)A pesar del torrencial de lluvia y de viento que inundó a Nueva York, paralizó partes de su sistema de transporte subterráneo y también de carretera, Yamisderky, Niurka y Anisley permanecieron en el lugar que ocupan desde el 30 de agosto, para hacer constar que 'mientras los demás deciden qué hacer, Cuba muere'.
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Cuando empezó el azote de Ida en Nueva York, las tres huelguistas se cobijaron debajo de una carpa azul y ya llevaban algo mas de 96 horas en huelga de hambre.
Pelier dijo que ya se sentía la huelga: "Estamos firmes, y cuando hay un gran propósito en la vida, todo lo demás es circunstancial" y que sus colegas Niurka y Anisley se encontraban más débiles que ella, pero que las tres iban a seguir con su reclamo: "Que las Naciones Unidas nos escuchen. Necesitamos ser escuchados. No pueden seguir ignorando lo que sigue pasando en Cuba, lo han ignorado durante demasiado tiempo. Basta ya".
Luego de esas declaraciones, Yamisderky ingresó debajo de la carpa para resguardarse con sus colegas.
El remanente del huracán puso en estado de emergencia a toda la ciudad de Nueva York, donde perecieron 8 personas por las inundaciones.
En la mañana del jueves, luego de la peor tempestad que ha visto la ciudad en años, Anisley afirmó que las tres siguen firmes en el reclamo de libertad para Cuba, de una intervención humanitaria para socorrer a la población cubana, así como la excarcelación de los presos políticos y de conciencia.
La huelga de hambre las debilita físicamente, pero no su firmeza en hacer valer su reclamo por Cuba.
Entretanto, muchos cubanos se acercan a estas tres mujeres para llevarles frazadas y retirar lo que han empleado durante el inicio de su protesta por estar empapado, ya inservible. Otros intentaron acercarse a ellas en la noche del huracán pero no lo lograron porque dentro de la misma ciudad, las pésimas condiciones del tiempo se lo impedían.
Con ellas se escribe otra página en la historia de Cuba, en que ni el viento, ni la lluvia extrema, ni el padecer físico han logrado detenerlas en su reclamo por un mundo mejor, a través de una Patria feliz.