El grupo español Meliá ha anunciado que reabrirá 11 hoteles en Cuba a partir del próximo 15 de octubre, dos de ellos en el balneario de Varadero y el resto en los cayos del centro-norte de la isla, zonas devastadas por el huracán Irma, que dejó 10 muertos y serios daños económicos en el país caribeño, pero que también causó destrozos en instalaciones turísticas claves.
"Meliá Cuba anuncia la reapertura de los hoteles afectados por el huracán Irma en Cayo Santa María, Cayo Coco, Cayo Guillermo y Varadero", indicó este miércoles la compañía en un comunicado remitido a la agencia Efe.
La empresa con sede en Mallorca ha señalado que gracias a "la cooperación con las autoridades del turismo cubano" le fue posible tener listas "en un breve periodo de tiempo las instalaciones que sufrieron daños debido al intenso fenómeno meteorológico".
También ha adelantado que ofrecerá "productos renovados de cara a la temporada alta", debido a las mejoras realizadas en las instalaciones durante el cierre de casi un mes.
Los hoteles Meliá en Cuba no son propiedad del gigante mallorquino, sino que están, como los de otras empresas extranjeras del ramo, bajo su operación y comercialización mediante convenios con tres grupos de turismo cubanos: Gaviota, controlado por los militares del Grupo de Administración Empresarial, GAESA; y Cubanacán y Gran Caribe, bajo el amparo del Ministerio de Turismo (MINTUR).
Las tareas de reconstrucción dependen en los dos últimos casos de los grupos de inversiones para el turismo del Ministerio de la Construcción, mientras que GAESA tiene su propia empresa, Almest.
Los primeros Meliá en reanudar servicios serán el Meliá Península Varadero y el Paradisus Varadero que reabrirán el próximo 15 de octubre.
Le seguirán, en Cayo Santa María (provincia de Villa Clara), los hoteles Meliá Cayo Santa María y Meliá Las Dunas el 1 de noviembre, mientras que el Meliá Buenavista y el Sol Cayo Santa María reanudarán operaciones el 15 de noviembre. Los siete mencionados hasta aquí pertenecen a Gaviota.
En el archipiélago Jardines del Rey, donde Irma tocó tierra como huracán de categoría 5 -la máxima en la escala Saffir-Simpson-, el Sol Cayo Coco reabrirá el 17 de octubre y tres días más tarde, el Meliá Cayo Guillermo, ambos, propiedad de Gran Caribe.
El Meliá Jardines del Rey, de Gaviota, reiniciará sus servicios el 1 de noviembre, y le seguirán el Meliá Cayo Coco el 4 de ese mes y el Sol Cayo Guillermo el día 15, los dos, de Gran Caribe.
Entre el 8 y el 10 de septiembre pasados, Irma azotó la mitad norte de la isla de este a oeste, afectando afectó a 13 de las 15 provincias, causando 10 muertos y cuantiosos daños materiales en viviendas, infraestructuras de agua, comunicaciones y electricidad, escuelas, hospitales y la agricultura.
Sin embargo el gobierno enfatizó desde el principio que su prioridad sería reconstruir las instalaciones turísticas a fin de tenerlas listas para el inicio de la temporada alta el 1 de noviembre.
¿Qué dicen los residentes en Caibarién y Morón?
Cubanos consultados por Martí Noticias criticaron la decisión del gobierno de destinar recursos para la restauración de los hoteles mientras las viviendas de los afectados siguen "dañadas, como si el ciclón hubiera pasado ayer", dijo Nilo Gutiérrez, periodista independiente residente en Morón, al norte de Ciego de Ávila.
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La reapertura del hotel Cayo Coco "beneficiará a los del gobierno, dueños del negocio, y a los que laboran en el área del turismo porque si los reabren pronto tienen trabajo asegurado, sin embargo los pobladores de Morón seguiremos enfrentando la desgracia", agregó Gutiérrez.
El reportero asegura que cuando recorre la localidad ve "miles de casas que están muy dañadas y otras que fueron destruidas totalmente, y nadie sabe cuándo las levantarán, explicó.
Gutiérrez, obligado a vivir con sus padres por las severas afectaciones de su vivienda, señala que la respuesta que les da el gobierno a los afectados es que "por el momento" lo que les irán vendiendo son planchas de chapapote para el techo, porque "hay que priorizar" los materiales para el área del turismo.
Una situación similar enfrentan los residentes de Caibarién, desde donde salen las patanas cargadas con materiales para la reconstrucción que realiza el gobierno en los hoteles Sol Cayo y Santa María, confirmó Armando Pérez.
Pérez explica que en el área de los cayos se trabaja a toda hora, y que son los empleados de esas instalaciones los que tienen que colaborar en la reconstrucción para reabrirlos lo antes posible.
Mientras, en la localidad de Caibarién el panorama es "terrible", dice Pérez, que conoce decenas de vecinos que siguen con el techo sin componer.
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"No hay nadie reconstruyendo sus casas, y no es porque no quieran, es porque no les han vendido los materiales", asegura el hombre, que conoce decenas de familias a las que les han entregado "una pequeña cantidad de planchas de fibrocemento para que reparen los techos".
Las autoridades "les han dicho que los portales no necesitan techos, por eso solo les entregan planchas de fibras cemento para que recompongan algunas habitaciones, y se puedan guarecer cuando llueve", agregó.
(Complementado con información de EFE)