Estados Unidos calificó este martes de constructiva la primera conversación con Cuba sobre las reclamaciones de compañías y ciudadanos estadounidenses cuyas propiedades fueron confiscadas por el Gobierno cubano después de 1959.
Una alta funcionaria del Departamento de Estado dijo que fue una reunión preliminar, en la cual ambas partes intercambiaron información sin profundizar en el tema.
La funcionaria reiteró que la resolución de este tema es una prioridad para Estados Unidos en el proceso de normalización de las relaciones con la isla, y añadió que la delegación diplomática de Washington presentó reclamaciones de empresas y personas, del Gobierno Federal y de tribunales federales y estatales, valoradas en miles de millones de dólares.
Por su parte, la delegación cubana expuso "las demandas del pueblo cubano al Gobierno de Estados Unidos por daños humanos y económicos, reconocidas por los tribunales del país", según un comunicado de la Cancillería.
Al frente de la delegación estadounidense estuvo la asesora legal en funciones del Departamento de Estado, Mary McLeod; y, por la parte cubana, el vicecanciller, Abelardo Moreno.
El espinoso tema llegó a la mesa de conversaciones en vísperas del primer aniversario del histórico deshielo anunciado el 17 de diciembre. La aproximación de los otrora enemigos de la Guerra Fría permitió que reanudaran sus nexos diplomáticos en julio, tras medio siglo de ruptura y desconfianza.
Washington y La Habana proseguirán las discusiones en una fecha por definir, tras este primer encuentro que Cuba calificó de "respetuoso y profesional".
El tema de las compensaciones es uno de los principales obstáculos en el proceso de normalización de los vínculos políticos entre los dos países.
Para Cuba la lista de pendientes también incluye el levantamiento del embargo estadounidense, que completa 53 años y que el presidente Barack Obama ha pedido al Congreso derogar.
Asimismo, La Habana exige la devolución del territorio que ocupa desde 1903 la base naval estadounidense de Guantánamo, en el extremo oriental de la isla.
En la actualidad, existen 5.911 reclamos abiertos en Estados Unidos, por parte de empresas y ciudadanos tanto cubanos como estadounidenses, por expropiaciones en Cuba, concesiones y bienes perdidos, que rondan entre los $7.000 y $8.000 millones en compensaciones.
De ese volumen aproximadamente el 90% corresponde a empresas cuyas instalaciones y operaciones fueron nacionalizadas después de 1959, como la Cuban Electric Company, ITT, North Sugar Company, Standard Oil y Texaco, entre otras.
Estos reclamos fueron compilados y son acompañados por la Comisión de Acuerdos sobre Reclamos en el Extranjero, fundada después de la II Guerra Mundial y que depende del Departamento estadounidense de Justicia.
Por su parte, Cuba aprobó en 1996 una ley en la que admite de forma explícita la necesidad de hallar una solución negociada a los reclamos por expropiaciones, que las autoridades cubanas consideran como nacionalizaciones.
Esa misma ley condiciona un eventual acuerdo por los daños económicos provocados en Cuba por el embargo económico de más de medio siglo, que La Habana estima en unos $121.000 millones.
A esa cifra añade otros $181.000 millones por "daños humanos" causados al pueblo cubano, según las autoridades de la isla.