El opositor Jorge Cervantes permanecía este martes recluido en la Sala de Penados del Hospital Nacional, en La Habana, pero familiares dijeron desconocer cuál será su futuro una vez que mejore su estado de salud.
Tras finalizar una huelga de hambre de 39 días en el hospital provincial de La Tunas, Cervantes fue trasladado hacia la capital. Las autoridades locales explicaron a la familia que el traslado se realizaba con el propósito de darle atención médica especializada.
El activista permaneció incomunicado hasta el 24 de julio, en que su esposa, Gretchen Alfonso, pudo visitarlo. Durante el encuentro, Alfonso pudo comprobar que "lo mantienen aislado" y todo el personal médico que atiende esa sala de penados "viste con uniforme militar", dijo a Martí Noticias.
Cervantes explicó a la familia que "le dieron dolores en los brazos, en las rodillas, presentó fiebre, molestias en la garganta y tuvieron que medicarlo para poder dormir, pero se siente mejor y ha aumentado 9 kilos de peso", agregó Alfonso.
Ahora la proecupación de la familia es conocer cual será el destino del opositor cuando recupere la salud.
"A él le han dicho que cuando mejore un poco más lo van a trasladar hacia Las Tunas, pero no sabe si será libre o para una prisión", señaló la esposa.
Cervantes es activista de la Unión Patriótica de Cuba y fue arrestado en mayo de este año por denunciar en la sede del Partido Provincial de Las Tunas el acoso y hostigamiento contra su familia, organizado por un oficial que identificó como el teniente coronel Jiménez.
Fue detenido en esa ocasión y sin realizarle juicio, ni presentarle cargos, lo llevaron a la prisión Potosí, en esa provincia, acusado de un supuesto desacato a la autoridad.
En rechazo a esas arbitrariedades, Cervantes inició una huelga de hambre para exigir su libertad.
Su salud se vio seriamente afectada por el prolongado ayuno, y fue trasladado desde la cárcel a la Sala de Penados del hospital de Las Tunas, donde depuso la huelga.
(Redacción Idolidia Darias, con reporte de Ivette Pacheco)