La policía detuvo a dos jóvenes cubanos que denunciaron las amenzas de las autoridades de Arroyo Naranjo de demoler las viviendas del "Chango", comunidad de unas veinte viviendas ubicada en el barrio La Solita de ese municipio habanero.
Arístides Javier Castillo y Maykel, residentes en el lugar, se acercaron la pasada semana al proyecto independiente Estado de Sats, que dirige el opositor Antonio Rodiles, para hacer la denuncia.
Castillo confirmó el viernes arresto de Maykel. El joven explicó que al regreso a la comunidad, tras denunciar el hecho a Estado de Sats, la policía los estaba esperando. En esa ocasión solo detuvieron a Maykel.
"En estos momentos se encuentra en la estación del Capri, plantado, no quiere comer nada", dijo Castillo, quien fue detenido más tarde.
En dos videos divulgados por Estado de Sats se muestran las protestas de los residentes del Chango tras las amenazas de desalojo y demolición de sus viviendas.
"Nosotros no somos terroristas, nosotros somos cubanos", gritó una mujer en medio de la desesperación a las autoridades de planificación física y la policía que se personaron en el lugar.
Residentes captados en uno de los videos aseguran que se quedarán "hasta el final", porque no tienen a donde ir.
"Yo no puedo ser ilegal en ningún lugar de mi país cuando hay una sola Costitución, y yo soy ciudadana de esta Constitución", asegura una de las entrevistadas.
La comunidad debe su nombre, explicó Castillo, a que hace unos cuatro años varias personas comenzaron a comprar terrenos en el lugar a un hombre apodado Chango.
El vendedor mostró a los compradores los documentos en los que se asegura las tierras pertenecían a su madre, dijo Castillo, pero las autoridades afirman que el terreno es del gobierno.
Las amenazas de desalojo habrían surgido tras un enfrentamiento entre Chango y el delegado del Poder Popular de esa circunscripción, en Arroyo Naranjo, quien no fue identificado.
"El delegado está en contra de que estemos ahí, porque eso el lo quiere para él", señaló el joven a Estado de Sats.
Según Castillo, las autoridades engañaron a los residentes del lugar, al darles falsas esperanzas de una solución para que pudieran conservar sus viviendas.
"Al otro día, cuando fuimos a la policía, el documento que nos dieron a firmar fue una orden de demolición", señaló.
En el documento que el joven mostró a Estado de Sats el viernes dice: "Auto demoler en un término de 24 horas".
Castillo dijo que en la comunidad viven varios menores de edad, niños que han nacido en el lugar, embarazadas y una mujer con cáncer en estado terminal.
(Con información de Estado de Sats)