La organización civilista Solidaridad Cristiana Mundial (CSW) denunció el acoso del que son víctimas los pastores apostólicos cubanos Alaín Toledano, en Santiago de Cuba, y Bernardo de Quesada, en Camagüey en su informe de marzo de 2018 y alertó el arresto y amenazas contra el activista del Instituto Patmos, Leonardo Rodríguez.
El reporte de CSW advierte que los funcionarios del gobierno en Santiago de Cuba han prohibido a Toledano, y a los miembros de su iglesia, comprar cualquier material de construcción para reconstruir la casa templo, demolida arbitrariamente por el Gobierno a principios de 2016.
El pastor dijo que ya tienen todo listo para la reconstrucción, incluidas las licencias, pero no han podido comprar los materiales por razones “absurdas” que le han expuesto los funcionarios encargados de la venta.
A juicio de Toledano, son víctimas de una acción discriminatoria, y señaló que a diferencia de los religiosos, los militares que viven en la región “sí pueden construir rápido, sin restricciones”, por ser afines al régimen.
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En Camagüey, donde reside y realiza su ministerio el apóstol Bernardo de Quesada, las autoridades locales interrumpieron los estudios bíblicos que realizan en casas particulares e intentaron intimidar a los propietarios para que detuvieran las actividades religiosas.
A la acción contra los creyentes se sumó que los inspectores del Departamento de Planificación Física intentaron ingresar a la propiedad de la familia del pastor, donde se reúne la iglesia, mientras él y su esposa estaban fuera del país.
El informe de CSW criticó también las acciones de acoso e intimidación contra el luchador por los derechos religiosos Leonardo Rodríguez Alonso, coordinador regional del Instituto Patmos, organización independiente de la sociedad civil que promueve el diálogo interreligioso en la isla.
El activista fue arrestado el pasado 28 de febrero en el camino a su casa, en Camajuaní, cuando regresaba de participar en reuniones con defensores de los derechos humanos para discutir las respuestas a una serie de violaciones que afectaban a las iglesias del Movimiento Apostólico en el Centro y Este de Cuba.
Rodríguez Alonso fue conducido a una unidad policial en Santa Clara, y cuando la familia se interesó por su situación, el capitán de la Seguridad del Estado, nombrado Aquino Yera, les dijo que el Gobierno considera al Instituto Patmos una organización contrarrevolucionaria, y que podrían presentar cargos contra el activista, precisa el informe.
Anna-Lee Stangl, jefa de equipo de las Américas en CSW, expresó profunda preocupación por el bienestar de Rodríguez Alonso, cuyo único "crimen" es hablar en nombre de aquellos que sufren acoso y discriminación debido a su creencias religiosas.
En el informe, CSW calificó de revelador que el régimen cubano considerara que la defensa pacífica de la libertad de religión o de creencias es una actividad "contrarrevolucionaria".
La organización hizo un llamado al Gobierno cubano para que cese su acoso contra el coordinador de Patmos, y que permita a las iglesias del Movimiento Apostólico practicar su fe pacíficamente.
(Escrito por Idolidia Darias, con reporte de Paul Rodríguez e informe de CSW)