Cuba vivió su peor Mundial de la historia, con una única medalla, el bronce de Yarisley Silva (30 años), oro dos años antes en Pekín-2015, en el salto con garrocha.
En el medallero quedó en el lugar 38, con varias naciones de la zona que quedaron por encima de ella como Colombia, Jamaica, Venezuela, Trinidad y Tobago y las Bahamas. En el mundial anterior, Pekín 2015, logró el décimo puesto en el medallero con 2 de oro y una de plata.
Las autoridades deportivas de la isla tenían especial confianza en el lanzamiento de disco, en el último día de Londres-2017, para salvar su actuación en el Mundial de atletismo, pero finalmente ni Denia Caballero ni Yaimé Pérez, que partían entre las favoritas, consiguieron medalla.
La isla caribeña, habitualmente la locomotora del atletismo latinoamericano, únicamente logró una medalla en este Mundial, un bronce con Yarisley Silva.
En todas las demás ediciones consiguió al menos un oro o una plata, salvo en Roma-1987, pero entonces se consiguieron dos bronces, para Luis Delís en lanzamiento de disco y para el relevo masculino 4x400 metros.
En una entrevista con la AFP en vísperas de este Mundial, Javier Sotomayor, plusmarquista mundial de salto alto, había señalado que su país tenía como objetivo "tres o cuatro medallas" en Londres, una misión que no pudo cumplirse.
Caballero, campeona mundial hace dos años en Pekín-2015 y bronce olímpico el año pasado en Rio de Janeiro, quedó quinta, con una mejor distancia de 64,37 metros, conseguida en su quinto y penúltimo intento, mientras que Yaimé Pérez, cuarta en el anterior Mundial, repitió posición, con 64,82 metros como marca, lograda en el cuarto intento.
Fue una decepción inesperada, ya que en La Habana pensaban ver a las dos cubanas en el podio, especialmente en el caso de Yaimé Pérez, que con la croata Sandra Perkovic, vigente doble campeona olímpica y oro también en el Mundial de Londres, se había repartido las ocho mejores marcas de 2017 antes de esta cita inglesa.
Perkovic, de 27 años, se impuso en la final con 70,31 metros, mientras que la plata fue para la australiana Dani Stevens (69,64) y el bronce para la francesa Melina Robert-Michon (66,21), subcampeona olímpica en Rio-2016.
Caballero, de 27 años, disputaba su cuarta final en un Mundial y este resultado es su peor posición en una gran cita desde el octavo lugar de Moscú en 2013.
Por su parte, Yaimé Pérez, de 26 años, continúa fallando en las finales de grandes citas. Antes de su cuarto puesto en el Mundial de Pekín había sido undécima en Moscú en 2013. En los Juegos de Rio-2016, donde llegaba también entre las teóricas favoritas, fue eliminada en la final con tres nulos.
Tras la final, ambas estaban muy disgustadas y optaron por no hacer declaraciones ante los requerimientos de los periodistas, abandonando rápidamente el lugar.
La última bala en la recámara cubana era en los relevos 4x400 metros masculinos, aunque allí el cuarteto cubano tenía pocas opciones.
Finalmente, William Collazo, Adrián Chacón, Leandro Zamora y Yoandys Lescay finalizaron sextos (3:01.10), en una final ganada por Trinidad y Tobago (2:58.12). "Hoy, simplemente, no nos salieron bien las cosas. No conseguimos ubicarnos bien. Es verdad que rebajamos nuestro tiempo de la temporada, pero no pudimos más. Dimos todo lo que teníamos", declaró, resignado, Adrián Chacón.
Las medallas de la región.
En el balance final de siete medallas para la región (2 oros, 2 platas, 3 bronces), una de las grandes batallas la protagonizaron la colombiana Caterine Ibargüen (33 años) contra la venezolana Yulimar Rojas (21 años). Ibargüen había ganado los títulos mundiales en 2013 y 2015, que encadenó con el oro olímpico en Rio-2016, entonces superando en la final a una joven Rojas, que había eclosionado en el panorama del triple salto pocos meses antes.
Pero en Londres, la ganadora fue Yulimar Rojas, en una temporada en la que Ibargüen ha dejado de ser intocable. "Yulimar está súper joven, puede llevar la batuta y llegar muy lejos. Puede seguir reinando por muchos años", estimó Ibargüen tras lograr su plata.
Rojas no es la única joven atleta que parece con un futuro glorioso para Venezuela: Robeilys Peinado, de apenas 19 años, se colgó la medalla de bronce en el salto con garrocha, justo en el primer Mundial desde la retirada el año pasado de una referencia latinoamericana en la prueba, la brasileña Fabiana Murer, campeona mundial en 2011 y subcampeona en 2015.
En Colombia se produjo otro relevo especialmente simbólico y llegó en la marcha.
Luis Fernando López (38 años), el primer campeón mundial colombiano en marcha, se retiró el domingo, justo el día en el que su compatriota Éider Arévalo (24 años) consiguió en los 20 kilómetros su primer título mundial.
"Hay talentos en el horizonte para un futuro próspero", estimó López el domingo sobre el futuro de la marcha colombiana.
En este Mundial también se dieron relevos generacionales de tipo familiar.
Edgar Rivera, de 26 años, quedó cuarto en el salto de altura y estuvo a punto de conseguir una medalla de bronce, como logró su hermano Luis, cuatro años mayor, en el salto largo en Moscú-2013.
En los 400 metros vallas, la República Dominicana vivió el primer Mundial desde la retirada oficial del gran Félix Sánchez.
Pero en Londres-2017 surgió casi de la nada Juander Santos, de 21 años y que lleva un año preparando esa prueba, tiempo que le ha valido para llegar a ser sexto del mundo.
Juander Santos no solo va tras los pasos de Félix Sánchez sino tras los de su hermano Luguelín, que en Londres fue eliminado en la primera ronda, aunque en su caso tras un preparación deficiente por culpa de una grave lesión.
En Londres-2017, algunos grandes nombres del pasado hicieron un papel muy discreto.
El panameño Alonso Edward, subcampeón mundial de 200 metros en 2009, fue eliminado en la primera ronda en la capital británica, también tras un año con problemas físicos, aunque por su edad (27 años) todavía parece con posibilidades de recuperarse.
Mucho más difícil parece el panorama para el puertorriqueño Javier Culson (33 años), plata mundial en 2009 y 2011 además de bronce olímpico en 2012, que confirmó su declive y fue eliminado en primera ronda de 400 metros vallas.
En 2018, el Mundial bajo techo de Birmingham seguirá poniendo a prueba a varios de los jóvenes talentos, que están llamados a mayores responsabilidades un poco más adelante, en el próximo Mundial al aire libre, en Doha en 2019, y en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020.
(Con información de AP y el sitio oficial Londres2017)