Los Juegos Olímpicos de París han marcado un hito histórico para Cuba, aunque no precisamente por los motivos esperados. Con solo 62 representantes, esta es la delegación cubana más pequeña desde los Juegos Olímpicos de 1964.
No obstante, la influencia de la isla en el evento se manifiesta de manera significativa más allá de estos números. Un total de 21 atletas nacidos en Cuba están compitiendo bajo la bandera de 13 países diferentes y del equipo de refugiados, reflejando una diáspora deportiva que continúa dejando huella en el mundo del deporte. Además, la presencia de entrenadores cubanos contribuye de manera importante a esta influencia.
Más de 40 entrenadores cubanos están presentes en estos Juegos Olímpicos, aunque no como parte de la delegación oficial de Cuba. Estos profesionales están compartiendo su experiencia y conocimientos con atletas de otros países, una tendencia que también fue notable en los Juegos de Tokio 2020, donde 44 entrenadores cubanos trabajaron con atletas de 23 naciones.
En total, 46 entrenadores cubanos están vistiendo el uniforme de 28 países en 11 deportes distintos.
El boxeo es el área donde más se destaca esta presencia, con 20 entrenadores cubanos aportando su sabiduría. Este deporte es especialmente significativo porque Cuba podría registrar su peor actuación olímpica en el boxeo desde 1968, cuando solo obtuvieron dos medallas.
Entre estos entrenadores se encuentran Pedro Roque, quien guía al cubano-aserí Loren Berto, el mismo que eliminó al doble campeón olímpico cubano Julio César La Cruz. También está Joel Soler, quien da instrucciones al "búlgaro" Javier Ibáñez, que ya tiene una medalla asegurada; y el reconocido Pedro Díaz se encuentra en la esquina de la polémica boxeadora argelina Imane Khelif.
Esta vasta red de entrenadores cubanos en el deporte de los puños se suma al atletismo, donde el campeón olímpico Iván Pedroso entrena a la selección de España y el subcampeón mundial Yoandris Betanzos prepara a los saltadores de la India.
La lista de entrenadores cubanos en los Juegos Olímpicos de París es impresionante:
Boxeo
- Pedro Díaz (Argelia)
- Pedro Roque (Azerbaiyán)
- Joel Soler (Bulgaria)
- Raúl Fernández (China)
- Julián González (China)
- Rafael Iznaga (Colombia)
- Pedro Pablo Salgado (Ecuador)
- Raúl Despaigne (Egipto)
- Ernesto Aroche (Francia)
- Esteban Cuéllar (Francia)
- Luis Mariano González (Francia)
- Humberto Horta (Francia)
- Dagoberto Rojas (Jordania)
- Juan Carlos Maestre (Marruecos)
- Armando Hernández (República Dominicana)
- Pedro Granado (Serbia)
- Luis Bladimir (Tayikistán)
- Enrique Steiner (Uzbekistán)
- Julio Lee (Uzbekistán)
- Ismael Navarro (Venezuela)
Natación
- Ismael Santiesteban (Aruba)
Esgrima
- Nelson Loyola (Bélgica)
- Guillermo Madrigal (EE.UU.)
Lucha
- Nisdany Pérez (Brasil)
- Jorge González (Ecuador)
- César Ramón Carracedo (Ecuador)
- Eduardo Puentes (Ecuador)
- Humberto Torres (Guatemala)
- Arturo Yanes (Puerto Rico)
Clavados
- Alexander Ferrer (Brasil)
- Néstor Almanza (Chile)
- Arturo Miranda (España)
Taekwondo
- Ramón Arias (Chile)
Atletismo
- Frank Casañas (Colombia)
- Ramón Bretón (Colombia)
- Nelson Gutiérrez (Ecuador)
- Iván Pedroso (España)
- Yoandris Betanzos (India)
- Alejandro Laberdesque (México)
- Jorge Pichardo (Portugal)
- Yaseen Pérez (República Dominicana)
Judo
- Francisco Delgado (Guatemala)
- Jorge Luis Atencio (México)
Ciclismo
- Enrique Caraballo (México)
Voleibol
- Gil Ferrer (Países Bajos)
Gimnasia
- Carlos Gil (Panamá)
En los Juegos Olímpicos de París, el deporte cubano enfrenta una crisis que refleja las profundas dificultades que atraviesa la sociedad cubana.
La delegación de la isla, con solo 62 representantes, su número más bajo desde 1964, no solo señala la situación actual, sino también el fracaso del sistema en apoyar y recompensar adecuadamente a sus deportistas y entrenadores.
Mientras tanto, exatletas y entrenadores cubanos, que no recibieron el reconocimiento y las oportunidades en su país natal, han encontrado nuevos caminos al entrenar a atletas en otras naciones.
La presencia de estos profesionales en París demuestra su capacidad y resiliencia, así como su impacto continuo en el deporte internacional, enfrentando a los cubanos en la competición global.
A pesar de las adversidades, el espíritu del deporte cubano sigue vivo en cada rincón del mundo donde un entrenador cubano transmite su experiencia y pasión.
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