En los regímenes dictatoriales, el humor es un arma política poderosa, a la vez que una forma de defensa, que pone en la palestra pública aquello que los gobernantes quieren esconder.
La columna “Cuentos de nuestro Era”, del escritor y periodista Jorge Fernández Era, enriquece con el encanto de la risa, el recién estrenado espacio virtual de pensamiento cívico CubaxCuba, pero el humorista podría pagar un alto precio por burlarse del poder.
“Por supuesto”, asintió el escritor en entrevista con Martí Noticias, “son cada vez más las esposas que nos ponen y que crean para que uno se amarre de pies y de manos y se calle la boca. Desde aquella ley 35 que restringía o sancionaba todo lo que ellos [los dirigentes del régimen] creen que es punible en el tratamiento de temas, en las redes, etcétera”.
En 2021, el gobierno cubano publicó el Decreto-Ley 35 que dice tener el objetivo de “defender la revolución cubana”, requiere que los proveedores de telecomunicaciones suspendan o cancelen sus servicios cuando un usuario divulgue lo que las autoridades califiquen como información “falsa” o que afecte la “moralidad pública” y “el respeto al orden público”.
“La gota que llena la copa es esta nueva Ley de Comunicación Social que venía cocinándose desde hacía unos cuantos años. La versión final es bien contentiva de un montón de barreras, de muros contra lo que uno cree que debe hacer en materia de escritura, en materia de libre expresión, en materia de cuestionar, de criticar el actual gobierno y sus diferentes instituciones”, señaló el ex integrante del grupo Nos y Otros.
La Ley de Comunicación Social que, según expertos, da otra vuelta de tuerca a la libertad de expresión de los cubanos, prohíbe "difamar, calumniar o injuriar a las personas, los órganos, organismos” del Estado y organizaciones políticas del país.
“Para mí queda claro que, desde mucho antes que surgieran estas leyes, ya yo venía violando la ley, por decirlo de alguna manera, y exponiéndome a que tomen represalias. De hecho, me han amenazado un montón de veces y he tenido problemas también con las publicaciones”, indicó el humorista.
La Seguridad del Estado ha detenido y sometido a un proceso penal a Fernández Era por el que actualmente está bajo medidas cautelares de libertad bajo fianza y reclusión domiciliaria. Las autoridades le han prohibido la salida de la Isla.
Los chistes políticos, el choteo han servido durante siglos a los pueblos para mofarse de sus opresores. El dramaturgo Bertolt Brecht consideraba que “no se debe combatir a los dictadores, hay que ridiculizarlos”.
En este sentido, los cuentos de Fernández Era son francos y cuestionadores: “Se meten con la labor del Gobierno, con la Asamblea Nacional, con el Presidente, con Raúl [Castro], con el propio Fidel [Castro]. Tienen lo que han tenido mis escritos humorísticos desde hace 2 años para acá: ese humor que cada vez me sale con más fuerza, que es muy ácido. Muchas veces utilizo metáforas y juego con la historia, la desacralización de los héroes, pero soy muy directo, en la mayoría de los casos, contra las políticas estatales y las estupideces de nuestros dirigentes, de lo cual ellos me nutren constantemente”, subrayó Fernández Era.
A sabiendas, de que en un contexto totalitario cualquier crítica a una mala gestión del gobierno, puede traer sobre su autor la represión más despiadada, está dispuesto a afrontarla.
“Pero escribo con tranquilidad porque, a la verdad, no me pongo a pensar en eso. Lo que sí trato de que mis textos sean lo suficientemente serios y responsables, que yo no cuento una mentira, yo todo lo que pongo ahí es real. Cuando me burlo de las expresiones o de los discursos del Presidente y de quien sea, de [Salvador] Valdés Mesa, de Bruno [Rodríguez], me refiero a discursos reales, yo no invento nada, ni le pongo de más ni de menos”, afirmó.
Fernández Era, con un abultado currículo en el mundo editorial cubano, relató que sus narraciones se alimentan de la realidad de su tierra, de las noticias que a diario publican los medios de prensa oficiales.
“Lo que pasa es que “ellos tienen un sentido del humor tan primitivo, si es que puede llamársele sentido del humor, que no permiten, y ahí está la génesis de toda la campaña que han hecho en contra de mi persona y de todo lo que me han tirado encima, no conciben que alguien sea capaz de desafiarlos así. Y entonces estoy expuesto constantemente a esa represalia”, puntualizó el humorista.
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