La publicación digital JT, en su sección de noticias, informa este jueves que la situación de Alan Gross, el contratista estadounidense encarcelado en Cuba desde el año 2009, ha empeorado significativamente.
Jill Zuckman, amigo y portavoz de la familia de Gross, de 65 años, declaró que teme por la vida de él, ya que ha manifestado que si tiene que estar mucho más tiempo en prisión se mataría.
Durante la visita el pasado mes de julio de su esposa Judy y su hija Nina, Gross se despidió de ellas, algo considerado como desgarrador para su familia.
En una entrevista reciente con Washington Jewish Week, Judy Gross dijo: "él está muy desesperado. En el último mes en que lo visitamos, nos dijo que ya no quería recibir más visitantes.
"Está muy deprimido. Yo creo que es irremediable", continuó. "Él piensa que el Departamento de Estado no hace nada… No recibe ninguna información. Se siente muy frustrado por el hecho de que no escucha nada sobre él."
Gross era un subcontratista para el Departamento de Estado en una misión en Cuba para la conexión de la pequeña comunidad judía a la Internet cuando fue detenido y condenado a una sentencia de 15 años por supuestos "delitos contra el estado."